lunes, 20 de diciembre de 2010

NAVIDAD

Ultimos dias para que llegue la navidad, la gente vuelta loca comprando, las propagandas de los articulos se extendió hasta las pantallas de internet, muchos compran por esa vía. No se habla otra cosa, de lo que falta para que llegue ese día. Las familias y amigos se reunen en torno a una mesa completamente llena de deliciosos manjares, vinos y licores para festejar esta noche, se espera con ansias poder abrir cada regalo, los más felices son los niños, pues al fin llegará el "Viejito Pascuero", y podrán obtener lo que le han pedido....Pero....¿No faltará algo importante?....Yo creo que sí, El invitado principal mi amigo...., Jesús, nadie lo nombró entre tanto revuelo de compras y preparativos; A el se le hace esta fiesta, la cual debería ser tan humilde como el día de su nacimiento, pero desgraciadamente, el comercio invade las mentes de grandes y chicos. ¿Qué podemos hacer?....Por lo menos prometerle a nuestro buen Dios, ser mejores personas, humildes y gentiles......
Que pasen una linda navidad y que el año nuevo que se aproxima, podamos enfrentarlo llenos de optimismo, fe y esperanza de que los sueños futuros sean complacidos....
Edo.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

EL DIA QUE QUEDAMOS HERIDOS DE MUERTE....

Fue un día que nos levantamos con la fe puesta de que hoy empezábamos un nuevo caminar, con una persona que se había negado cuantas veces a ser apóstol, pero por dirigir una comunidad que había sido su vida los últimos once años, aceptaba, sin pedir nada a cambio.

Desde temprano esa mañana, empezaron a suceder cosas extrañas, llamadas de atención, algunos malos modos y al final ingresamos a uno de los salones del colegio. Hicieron su presentación un grupo de dinámica, basados en el alejamiento de algunos papas del equipo, y porque no se les llamaba y otras cosas más, que hoy, sería ideal que volvieran a hacer las mismas preguntas. Perdón y reconciliación sería el lema de este año….? Me pregunto…¿Cuál perdón? Y ¿Cuál es la reconciliación?...

Al poco tiempo de caminar por un trayecto lleno de obstáculos, nos dimos cuenta que ya habíamos olvidado el lema de este año. El perdón ya no existía, ni menos la reconciliación, ya que por cuentos de personas que ni siquiera vale la pena mencionar, simplemente se le pidió la renuncia a un coordinador por problemas particulares y que habían pasado hace una gran cantidad de años y para más, que no tenía ninguna connotación pertinente a los días de ese entonces….¿Perdón y Reconciliación?.....Poco a poco, nos hemos ido alejando de ese entorno y pienso a ciencia cierta. que el capítulo de la gran comunidad de antaño, ya dejó de ser el sitio que con ansias esperábamos que llegara el día en que compartíamos, nos dábamos un abrazo fraterno, nos olvidábamos de los problemas, resolvíamos, y prometíamos que el próximo Jueves nos encontramos. Hoy amigos, escasamente nos saludan de mano, solo por el hecho de no estar de acuerdo con el camino que lleva la comunidad. El camino estaba claro, seríamos los mejores esposos, los mejores papás, hoy, y con el tiempo seguramente, ni siquiera se acordaran del proyecto que había para la familia, sólo habrá que rezar, rezar rezar….

jueves, 11 de noviembre de 2010

EL ENCANTO DE LA VEJEZ

Cuando caminamos con paso firme por el sendero que nos llevará al descanso y gozo eterno, es bueno pensar que es lo que nos espera de estos últimos años de vida terrenal llena de soberbia, mentiras, malos tratos, y cuantas cosas más, que no vale la pena enumerar.

«Al atardecer se levantará para ti una especie de luz meridiana, y cuando creyeres que estás acabado, te levantarás cual estrella matinal. Estarás lleno de confianza por la esperanza que te aguarda»(Job 11, 17-18)

SER ANCIANO implica haber vivido una prolongada existencia, encontrarse al final de un largo viaje, quizá demasiado cansado. La ancianidad es también tiempo de despedidas. Las cosas y los afanes le van dejando a uno. También la gente querida que ha partido antes que nosotros. Con frecuencia, como recuerda Ovidio, se siente el abandono de quienes más nos debían. La ancianidad es antesala natural de la muerte y del juicio divino; antesala, según el plan de Dios, del gozo y descanso eternos. Pero no se puede olvidar que la ancianidad pertenece todavía al tiempo del peregrinaje terreno. Es, por tanto, tiempo de prueba, tiempo de hacer el bien, tiempo de labrar nuestro destino eterno, tiempo de siembra. No puede concebirse la vejez como una época fácil de nuestra vida. A los trabajos propios del peregrinaje sobre la tierra —eso es la vida humana— se suman la progresiva pérdida de fuerzas, la inercia de cuanto se ha obrado anteriormente, los característicos defectos de la vejez contra los que es necesario luchar, los inconvenientes que plantea este siglo nuestro tan inhumano.

Es inevitable envejecer; pero no se puede ser buen anciano —y son tan necesarios— sin mucha gracia de Dios y sin una continua lucha personal. Por ello, la vejez, que es tiempo de serena recogida de frutos, puede ser también tiempo de naufragios. Se atribuye al general De Gaulle esta descripción amarga de la ancianidad: «La vejez es un naufragio.» La frase debe calificarse en ocasiones como de muy justa. No es sólo un naufragio de las fuerzas físicas o una disminución paulatina de las mismas fuerzas morales: inteligencia y voluntad. Es un naufragio de todo el hombre. Digamos que en la vejez puede revelarse con todas sus fuerzas —y sin piadosas vendas que lo oculten—el naufragio de toda una vida. Tantas veces el estrepitoso derrumbamiento moral de la vejez muestra que se naufragó en la adolescencia, en la juventud, en la madurez. Metido en la corriente de la vida, se intentó almacenar, como el cocodrilo, las pequeñas piezas cobradas en sórdidas cacerías, y el paso del tiempo lo único que hace es difundir su olor a podrido.

En oposición a la adolescencia —que es tiempo de promesas y de esperanzas, tiempo en que el ensueño desdibuja los perfiles de las cosas y de las acciones—, la ancianidad es tiempo de recuento, de verdad desnuda, de examen de conciencia. Y aquí radica no poco de su utilidad y de su grandeza. Digamos que la misma debilidad de la vejez es su mayor fuerza y, a una mirada cristiana, uno de sus principales encantos.

Y no es que sea aceptable la concepción del hombre como un ser-para-la-muerte, un ser que alcanzase su realización en la propia destrucción. Quédese esto para quienes conciben al hombre como un ser vomitado con la amargura de quien se cree hijo del azar y no de una omnipotente y amable sabiduría creadora. E1 hombre no es fruto del azar. Su misma estructura material ha sido delineada por la sabiduría amorosa del Creador; infundióle Dios un alma inmortal, capaz de conocer y de amar trascendiendo lo efímero, capaz de desear una vida y un amor eternos. El hombre fue creado para vivir, y no para envejecer o morir.

Y. sin embargo, la misma debilidad de la vejez —que es un mal, en cuanto que es carencia de vida— es su mayor fuerza. Lejanos ya los sueños de la adolescencia y los delirios de la juventud, el anciano puede enfrentarse a la verdad con una sobriedad y con un realismo superiores a los de las demás épocas de la vida. Se hace así más fácil descubrir con una nueva nitidez lo que es importante y lo que es intrascendente, distinguir lo fugaz de lo que permanece. La ancianidad pertenece al ciclo vital humano. Antesala de la muerte, la vejez prepara para el encuentro definitivo con Dios, para ese juicio divino que va a recaer sobre toda nuestra existencia.

La debilidad inherente a la vejez ayuda a despojarse de todo vano afán, de toda estúpida soberbia. Si a lo largo de la existencia el hombre superficial ha podido olvidarse de su humilde origen, de que ha sido hecho, de que es una débil criatura, la vejez le otorga una oportunidad inmejorable para volver al sentido común, a la contemplación de las realidades elementales. La ancianidad facilita el cumplimiento de aquella primera regla del ideal,... —conócete a ti mismo—, expresión que en su sentido inicial quería decir: conoce tus limitaciones, tu condición mortal respecto a los inmortales, para que no te rebeles contra ellos.

La ancianidad es tiempo de recoger frutos y tiempo de siembra. Siendo un mal, Dios la ha permitido, porque de ella pueden surgir bienes superiores. E1 dolor, la soledad, la sensación de impotencia, se convierten —tantas veces— en imprescindible colirio para curar los ojos del alma y abrirlos a las realidades trascendentes. También la ancianidad está bajo la mano providente y amorosa de nuestro Padre Dios.

La medicina divina es enérgica, pero el hombre sigue siendo hombre y libre: puede no aprovecharla. Es posible que quien naufragó a lo largo de toda su vida naufrague también en esta última época, ya cercana la última batalla entre el pecado y Dios, en que se juega la suerte eterna. El proceso de involución, que se inició con el primer pecado y que ha podido irse acelerando —generalmente por la pereza y la soberbia—, puede seguir avanzando, y la egolatría terminar en un lamento estéril por el ídolo caído. Se avanzaría así, casi inexorablemente, hacia el endurecimiento total del corazón, precursor del infierno. Y es que la ancianidad, como toda época de la vida, puede ser bien vivida o mal vivida; pero es una época quizá fatigosa —¿cuál no lo es?—, en la que Dios nos espera, nos asiste, llama a la puerta de nuestro corazón, y en la que tiene más importancia de lo que a veces sospechamos la respuesta de nuestras libres decisiones.

No es la vejez una época vacía o inútil. Es época de lucha, de heroísmo, de santidad. A pesar de la decadencia física, la gracia de Dios rejuvenece el alma con fuerzas sobrenaturales, hacienda la santidad tan asequible como en la adolescencia.

Pero decíamos que, a una mirada cristiana, la ancianidad tiene un encanto especial, como la niñez, la enfermedad o la pobreza. En efecto, si cada hombre es Cristo, los débiles lo son especialmente. Dios, que es misericordioso con todas sus criaturas, siente una ternura especial por las más desamparadas. Los enfermos, los niños, los ancianos son de una forma especial el mismo Cristo que nos sale al encuentro. Resuenan con fuerza eterna aquellas palabras del Maestro en la descripción del juicio final: «Venid, benditos de mi Padre, entrad a poseer el reino que os está preparado desde el principio del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber (...); estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; (...) En verdad os digo, cuantas veces se lo habéis hecho a uno de los más pequeños de estos mis hermanos, a mí me lo habéis hecho» (Mt. 25, 34-40)

Los ancianos constituyen en realidad una parte importante del tesoro humano y sobrenatural de la humanidad entera. La picaresca de un mundo deshumanizado —precio inherente al ateísmo— se esfuerza en poner de relieve que los ancianos son una carga, subrayando sus defectos. A este triste materialismo hedonista sólo hay un yugo que no le parece insoportable: la esclavitud a placeres desnaturalizados en un frenesí cada vez más insaciable.

No es verdad que los ancianos sean inútiles o constituyan una carga difícil de soportar, aunque a veces su misma debilidad material les convierta en ocasión de que los hombres y la sociedad entera practiquen con ellos la virtud de la caridad en cumplimiento de unas dulces obligaciones que, casi siempre, dimanan de estricta justicia. ¡Ellos, en cambio, aportan tantas cosas con su presencia! Nos dieron mucho, cuando se encontraban en plena fuerza; nos lo dan ahora, en el ocaso de su vida, con su presencia venerable, con su sufrimiento silencioso, con su palabra acogedora. Privar a la humanidad de los ancianos sería tan bárbaro como privarle de los niños. Dios cuenta con los ancianos para el bien de todos nosotros. Ellos son útiles en tantas cosas humanas; son útiles, sobre todo, en el aspecto sobrenatural. Forman parte del Cuerpo Místico de Cristo, que es la Iglesia, y lo enriquecen con su santidad, con su oración, con sus sacrificios. Si ninguna vida es inútil a los ojos de Dios, mucho menos puede serlo la de aquellos que sufren física o moralmente. Estas vidas, en las que se refleja con especial vigor la Cruz de Cristo, adquieren a la mirada divina un relieve y un valor inexpresables.

Los ancianos, vivificados par la gracia de Dios, pueden ejercer ese «sacerdocio real» de que habla San Pedro (1 Pedr 2, 5 ), ofreciendo su vida —unidos a Cristo— como acción de gracias, como impetración, como reparación. La vida, entonces, se ennoblece, y el alma descubre horizontes de universalidad insospechados.

Es la vejez tiempo de sufrimiento, tiempo de santidad, tiempo de hacer el bien. Es la vejez, también, tiempo de despedida; y en las despedidas se suelen decir las cosas más importantes. No es la vejez —no puede ser— tiempo de jubilación en lo que se refiere a la ayuda humana y sobrenatural a los demás. Aunque las circunstancias han cambiado, permanecen en su sustancia las mismas obligaciones y los mismos lazos entrañables que fuimos adquiriendo durante la vida. Ningún bien nacido puede recordar a sus padres, ya ancianos, sin conmoverse. Cuando la muerte nos los arrebata, sentimos una irreparable pérdida, nos duele la orfandad, aunque les sabemos en el cielo. No es sólo la sensación lógica de haber perdido la tierra donde hundíamos nuestras raíces; es, por encima de eso, el claro convencimiento de que con ellos se nos ha ido el cariño más desinteresado, de que hemos perdido nuestra mejor custodia. Nos damos cuenta, quizá demasiado tarde, de que, a pesar de su invalidez, eran nuestro mejor tesoro, de que con su presencia nos hacían mucho bien. Nos conforta la seguridad de que, ahora de una forma invisible, nos siguen custodiando desde el cielo, de que conservamos los mismos vínculos, ahora más queridos y beneficiosos. Y nos queda el orgullo de que en ningún momento, ni siquiera en los de su mayor postración, nos fueron inútiles. Su rostro deseado, surcado por las arrugas de tantos sufrimientos, es ahora una de esas pequeñas luces que iluminan indeficientemente la noche de nuestra vida. De su mano —que antaño nos enseñó a andar— podemos aprender —aún en nuestra misma ancianidad— esas lecciones que son las que más importan, las que orientan toda la vida hacia su verdadero centro: hacia esa Hermosura, esa Bondad y ese Poder indeficientes de nuestro Padre-Dios; hacia esa fecundidad del espíritu que no mengua cuando el vigor de la carne muere.
Y........Aún seguimos siendo soberbios?
Los quiero mucho..,Edo

jueves, 4 de noviembre de 2010

ENTRE EL AMOR Y EL ODIO

Se ha dicho que hay que amar al prójimo "como a ti mismo". Pero esto significa lo siguiente: el amor de sí mismo, la afirmación del propio ser, ofrece la forma y la medida para el amor al prójimo. El amor de sí mismo es una cosa natural y necesaria, sin la que el amor al prójimo perdería su propio fundamento. Pero ¿cómo es posible encontrar una unidad interna en estos dos grupos?.

Todos los hombres han sido llamados a la salvación. El hombre es querido y amado por Dios y su tarea máxima consiste en corresponder a este amor. No puede odiar lo que Dios ama. No puede destruir lo que está destinado a la eternidad. Ser llamados al amor de Dios es ser llamados a la felicidad. Ser felices es un deber humano-natural y sobrenatural.

Cuando Jesús habla de negarse a sí mismo, de perder la propia vida, etc., está indicando el camino de la justa afirmación de sí (amor de sí mismo) que reclama siempre un abrirse, un trascender. Pero la necesidad de salir de sí, no excluye la autoafirmación, sino todo lo contrario: es el modo de encontrarse a sí mismo y de "amarse".

No es difícil odiarse a sí mismo, pero las gracias de las gracias sería amarse a sí mismo como un miembro del cuerpo de Cristo. El realismo de esta afirmación es evidente. Hay muchas personas que viven en contradicción consigo mismas. Su aversión a sus propias personas, su incapacidad de aceptarse y de reconciliarse consigo mismas, queda muy lejos de la “auto – negación “ pretendida por el Señor. Quien no se ama a sí mismo no puede amar a su prójimo. No le puede aceptar “como sí mismo“, porque esta contra sí mismo y por tanto es incapaz de amarle partiendo de los profundo de su ser.

Todo esto significa lo siguiente: egoísmo y amor auténtico de sí mismo no solo no son idénticos, sino que se excluyen. Uno puede ser un gran egoísta y estar en discordia consigo mismo. Sí, el egoísmo proviene con frecuencia precisamente de una lesión interna, de un intento de crearse otro yo, mientras que la justa relación con el yo crece con la libertad de sí mismo.

martes, 19 de octubre de 2010

LA FAMILIA Y SUS RETOS

Si bien en la relación conyugal se presentan dificultades que no están determinadas por la época y serán las mismas a pesar del tiempo, es evidente que en nuestros días existen más desafíos que en los tiempos pasados. “El matrimonio no es anacrónico en absoluto. Pero es un reto -hoy más que nunca- mantenerse unidos uno al otro”; ¿por qué? es lo que se analiza a continuación.

El siglo XXI ha traído consigo una serie de cambios –sociales, políticos, educativos, científicos, tecnológicos…- algunos de ellos favorables, como otros que han hecho mella en la institución matrimonial y por consiguiente en la familia. Por tanto, se convierte en una necesidad básica que los esposos construyan bases sólidas además de decisiones fehacientes, las cuales deberán permanecer firmes pese a las influencias negativas ofrecidas en el ambiente circundante. He aquí una descripción a nuestro modo de ver, de los cinco retos principales que deben enfrentar los matrimonios de estos tiempos:

Infidelidad y sexualidad: la opinión pública, al que igual que varios medios de comunicación actuales, no protegen ni promocionan el matrimonio, incluso se podría decir que se hace propaganda a la infidelidad. Asimismo, hay que tener especial cuidado con la tergiversada sexualidad, es decir, aquella que parte de una concepción utilitarista, la cual carece de su carácter humano y afectivo-emocional, en donde el único objetivo es satisfacer los impulsos, los sentidos, la gratificación física. Cuando la sexualidad ha perdido su norte, se dan todas las condiciones para caer en la infidelidad, pues es una búsqueda de goce inmediato, que no mide las consecuencias que ello conlleva.

Relación trabajo-familia: se hace más patente en la actualidad que en las épocas pasadas, la distribución desequilibrada del tiempo a favor del trabajo y en contra de la familia. “Muchas veces los esposos tienen distintos campos de acción, ya sea en la familia, en la profesión fuera del hogar. No se ven durante muchas horas del día. Sin embargo, tienen contacto con otras personas, hombres y mujeres, y con ellos comparten sus intereses y planes profesionales. Cuando vuelven cansados a casa, ya no tienen fuerzas para dialogar o hacer planes y esto genera una distancia entre los esposos.”
No obstante, también hay que reconocer que es un problema de parte y parte, pues falta conciencia de ciertas empresas para propiciar horarios justos y flexibles, como también es preciso que los trabajadores aprendan a delimitar los espacios y reclamen respeto hacia sus prioridades familiares.

El manejo de las nuevas tecnologías: existe una frase coloquial de autoría desconocida que expresa: “la tecnología es aquello que acerca a los desconocidos y aleja a los conocidos”. En la actualidad, muchos reprochan de sus cónyuges el mal uso de los dispositivos móviles, computadores, celulares, entre otros, pues pareciera que desplazan a la familia o a su propia pareja. Es un verdadero reto para los matrimonios jóvenes, establecer los límites de las nuevas posibilidades comunicativas que brindan los avances tecnológicos.

Las crisis matrimoniales y la actitud ante las dificultades: algunas corrientes modernas pretenden vender la ideal del “matrimonio desechable”, el cual promulga que ante la primera dificultad que se presenta, se acuda al divorcio como la primera opción de una supuesta solución. La intolerancia e incapacidad para afrontar las crisis naturales de toda relación, ha hecho que el matrimonio pierda su seriedad, compromiso, responsabilidad y respeto frente a una institución sagrada.

La mujer ayer y hoy: no es para nada reprochable que la mujer haya alcanzado niveles tan altos en los espacios empresariales, como los hombres. No obstante, esta circunstancia propia de los últimos años, ha hecho que el concepto de liberación femenina se haya ido por otros caminos; como resultado: hogares desprovistos de una esposa y madre, quien se ocupa mayoritariamente en conquistar los terrenos laborales.
La reflexión anterior puede tener algo de certeza, pero si de allí no se pasa a la acción, entonces no habremos logrado nada. Vale la pena que los cónyuges le echen un vistazo a estos cinco retos y emprendan un plan con tareas concretas para evitar naufragar en estas circunstancias.

martes, 12 de octubre de 2010

VERDADERO APOSTOLADO

En estos tiempos, donde se vive a ritmos completamente acelerados y en muchos hogares los padres están ausentes gran parte del día por razones laborales, los momentos en los que la familia está reunida compartiendo son cada vez menos.

Y cuando por fin, tarde en la noche la familia está reunida en el hogar, la mayoría de las veces los niños están jugando en el computador, o viendo televisión, así, la tecnología se transforma en un elemento que distrae y que no permite que se comparta una buena conversación en familia.

La idea es recuperar como sea estos momentos de reunión familiar, que son fundamentales para el buen desarrollo de nuestros hijos y que además ayudan a mejorar la convivencia dentro del grupo familiar.

Por eso, te recomendamos menos televisión, menos chateo en el computador y más ratos en el living de la casa, compartiendo las experiencias que vivieron cada uno de los integrantes de la familia durante el día.

La diversión no es mala, sino todo lo contrario, sin embargo, si es en familia mucho mejor, ideal sería mantener activa a la familia con juegos de salón, eso para la noche o los días muy fríos, pero, sin duda que la mejor alternativa de todas, son los juegos al aire libre, se puede ir de paseo, al cerro, alejándose así de la contaminación de la capital, y para las personas de regiones, un paseo y una buena caminata familiar de fin de semana es lo recomendable.

Dentro de estas actividades al aire libre puedes practicar deporte con tus hijos. Sale a andar en bicicleta con ellos, enséñales a andar si no saben, son momentos que recordarán para toda su vida y los harán crecer.
“Jugar a la pelota” nunca está demás, sólo se necesita un balón y el entusiasmo de tus hijos, ¿qué panorama más simple y barato que ese?

Dentro del hogar también puedes fomentar la lectura de tus hijos, si ellos te ven leyendo, ellos también leerán. Puedes contarles historias personales o bien leerles un libro, ayúdales con los libros que les dan en el colegio, no se los leas, sólo explícales la temática central, valorizarán mucho que los ayudes a entenderlos.
Lo demás queda en tu imaginación, lo importante es que sus dormitorios sean eso, un lugar sólo para dormir, y no se transformen en lo que son las habitaciones de nuestros niños hoy en día, verdaderos centros tecnológicos llenos de consolas, computadores, televisores, reproductores y un cableado que sólo de mirarlo aterra.
Entretenerse con las nuevas tecnologías no es negativo, hacerlo en exceso sí lo es, y más aún cuando estas entretenciones pasan a ser un elemento de distanciamiento entre los padres y los hijos.

Recuerda que cuando estés con tus hijos debes pasar momentos de calidad. La idea no es estar demasiadas horas con ellos, sino que aprovechar el tiempo que tienes para compartir, haciendo todas las actividades que te sugerimos e inventando las propias…
¡Anímate y entusiasma a tus hijos con estas nuevas entretenciones! Que sin duda son más simples, baratas y recreativas que las nuevas tecnologías.

Recuerda que el apostolado de cada uno, empieza en la casa, si estás bien ahí, en tus grupos es más fácil compartir, pues estarás orgulloso de la vida ejemplar que llevas, y tu familia te lo agradecerá. Nadie dice que es cómodo llevar por el buen camino a una familia, pero si evitamos los malos tratos, la violencia, los gritos, los malos hábitos, todo será como vivir en un paraíso.
Los quiero mucho....Edo

jueves, 7 de octubre de 2010

¿CUAL ES TU CARETA?

En los carnavales modernos algunos se disfrazan de aquello que habrían querido ser y no han sido. Otros se apropian de personajes o símbolos para ridiculizarlos. Otros, finalmente, buscan la ocultación para conseguir impunidad y anonimato a su conducta desinhibida, abusiva, grotesca o delictiva. Sin embargo, estos desahogos puntuales tienen menos repercusión en nuestra personalidad que LOS DISFRACES QUE NOS FABRICAMOS PARA VIVIR, habitualmente subconscientes.

En la vida ordinaria solemos usar DISTINTAS CARETAS que podemos sintetizar en estos cuatro tipos: la negra, la negra con purpurina, la brillante y la transparente.
1.- La careta negra es la de quien se ve y se muestra en negativo. Quizás reconozca en sí algún rasgo positivo “pero”… siempre relativiza y neutraliza lo positivo. La imagen de estas personas se estructura a partir de lo negativo y de sus carencias. Con frecuencia el origen estuvo en la comparación con un hermano o en una educación exigente en vez de estimulante, que subrayó los fracasos exigiendo siempre más. Puede enraizarse también en un gran fracaso o en una serie de fracasos en edad más avanzada. Si nadie le ayuda a encontrar su caudal positivo, dudará de sí mismo y se hundirá en la negrura de su imagen negativa.

Estas personas carecen de confianza en sí mismas porque no encuentran nada en qué apoyarse. Eso no les impide llevar adelante lo que emprenden pero no se atribuyen el mérito sino que lo achacan a la suerte, a los otros, etc. No se sorprenden nunca de sus fracasos o sus defectos, como si siempre los esperasen. Esto refuerza su imagen negativa, aunque no la acepten ni sean muy conscientes de ella. Hay quien la sublima bajo el concepto de humildad y encuentra una compensación en el reconocimiento de su falsa virtud.

2.- La careta negra con purpurina la portan quienes se supervaloran para defenderse de lo negativo. Ellos se reconocen con sombras y luces pero la forma de defenderse cuando les critican es lo que hace decir a los otros que son muy orgullosos, que viven sobre zancos. Se descubre fácilmente a estas personas por la “desproporción” con que se defienden de lo negativo, real o supuesto.

Detrás de esta careta hay una “gran inseguridad” con raíces en un pasado doloroso. En realidad su imagen es negativa, pero la ocultan tras grandes chorreras de purpurina dorada. Se defienden de su secreta imagen negativa con una artificial y exagerada estima. Ante los demás pueden pasar como orgullosos, vanidosos o prepotentes, cuando en realidad…… son pobres personas sin una autoestima real.
3.- La careta brillante se la encajan a fuego quienes se sobrestiman siempre. Tienen un concepto muy elevado de sí mismos y se afanan a toda costa para que los otros les vean brillar. Su vida se organiza en torno al “éxito social”.

El origen pudo ser un ambiente familiar preocupado solamente por el éxito, en el que al niño se le valoró por sus triunfos sociales, escolares, deportivos, etc. sin que importasen los medios empleados o su auténtica personalidad. Se puso el acento sobre el “parecer” y no sobre el “ser”. Esta influencia se acentuó por un sistema educativo y social que valora el éxito intelectual (culto a los títulos) y el éxito social (culto a la carrera, a las relaciones, a la buena posición). Dentro de estos ambientes el niño, el joven y más tarde el adulto no se estructura sobre “lo que es” en su fondo sino sobre lo que los demás aplauden. No se apoya en sus propios cimientos sino en la quebradiza tarima de los otros. No se preocupa de su realización personal sino de su actuación teatral y su hambre de aplausos.
Detrás de estas tres caretas hay inseguridad subconsciente, una personalidad sin cimiento, un ser atrofiado. Estas personas son sicológicamente enanas, les es imposible apoyarse en sí mismas para existir y avanzar en la vida. Esta inseguridad se compensa con los éxitos (o con la apariencia de virtud, que también es un éxito), por lo que el hambre de gloria se acentúa. Si el individuo está bien dotado y nunca tiene fracasos, esto puede durar toda la vida, aunque con una sensación de vacío e infelicidad. Cuando fracasan vuelven a empezar, salvo si el fracaso es demasiado grave. Entonces viene el derrumbamiento y la depresión.

La relación con los demás no es armoniosa, desprecian a los débiles (o no virtuosos), a los que no tienen éxito. Hay “dependencia” de las personas cuyas opiniones pesan. Hay “incapacidad para aceptar la interpelación de los otros” porque falta solidez interior. La respuesta a quienes les cuestionan es la ironía, el desprecio, la suficiencia, la justificación o la prepotencia. A veces la humillación propia, que oculta la “prepotencia de la virtud”. Esta última es una forma sutil de prepotencia: la de sentirse y hacerse ver “mejores” que los otros. Estas personas se reconocen algún defecto, pero sólo porque es de buen tono tener algo que reprocharse. Sobrevaloran la importancia de los modales refinados a los que estas personas son sensibles en exceso.

4.- La careta transparente, para terminar, corresponde a quienes tienen una imagen normal, ajustada a la realidad de su persona. Las caretas anteriores son opacas y buscan aparentar. La transparente se estructura a partir de lo que uno es realmente, ni más ni menos. Las personas que la consiguen se perciben hechas de riquezas y sombras. Pueden caer en la tentación de aplicarse algún colorín o tiznón pasajeros, pero se desmaquillan con rapidez cuando se detectan embadurnados. Su verdad de fondo les apasiona y sirve de guía.

Frente a los otros no tienen dificultad en reconocer tanto sus riquezas como sus límites. Los reconocimientos positivos no les provocan euforia. Los comentarios negativos no les llevan a la desvalorización o a la duda sobre sí mismos. La percepción de su imagen no es rígida ni fija. Su imagen cambia y evoluciona porque integran en ella los elementos nuevos, consecuencia de sus descubrimientos y sus cambios. Frente a las críticas son capaces de dejarse cuestionar sana y serenamente sin buscar la justificación. Son capaces de discernir el valor de sus actos y de sus actitudes sin alienarse a los otros y al ambiente.

Paradójicamente estos últimos -menos protegidos porque no ocultan su personalidad- se suelen sentir más felices dentro de la naturalidad y verdad de sus sonrisas o sus lágrimas, sus lindezas o sus arrugas.

Cuando personas común y corriente quieren testimoniar algo, y se dedican a contar solamente lo bueno y bonito que ha sido su vida, escondiendo detrás las limitaciones, los problemas, los errores, las alteraciones con su vida familiar, poniendo en duda el compartir, poniendo en duda su propio sentir, engañándose a sí mismo, sabiendo que lo que dice es parte de una mentira bien elaborada. Esta es la careta más vista dentro de los grupos. Sí relatáramos lo real, cuanto de nuestros amigos aprenderían escuchando,? Cuantas lecciones de vida se darían a conocer, solo con el hecho de decir el sentimiento de cada uno y por supuesto la verdad?
¿Cuál es tu careta?
¿Con cuál de ellas quieres vivir?

miércoles, 29 de septiembre de 2010

QUERIDA FAMILIA

La familia es aún en nuestros días la estructura fundamental de nuestra sociedad, es una organización que se rige por reglas y dependiendo del tipo así son las familias. Podemos encontrarnos con familias rígidas, sobreprotectoras, permisiva, centrada en los hijos, inestables y estables.

Para diferenciar unas de otras vamos a dar detalles de cómo son cada una. En la familia rígida hay una dificultad grande para asumir, por parte de los padres, los cambios que experimentan sus hijos, aunque pase el tiempo y dejen de ser niños, los padres de esta familia los seguirán tratando como cuando eran pequeños, es una forma de no admitir el crecimiento por eso se muestran rígidos y autoritarios con ellos. En las relaciones un ejemplo de estos padres es cuando su hijo le pregunta, por ejemplo, que por qué no puede ir al parque a jugar y le contestan porque NO, sin dar razones de ningún tipo y si lo hacen lo más probable es que sea: “porque lo digo yo que soy tu padre/madre”.

Las sobreprotectoras como su nombre indica tienen una fuerte preocupación por proteger a sus hijos, pero lo hacen de forma descomunal pasan de una protección a una sobreprotección. Los padres retardan la madurez de sus hijos, no les permiten desarrollarse, ni por supuesto su independencia. Crean una idea pesimista con la evolución normal, es decir, dan por hecho que sus hijos no saben ganarse la vida, que no saben defenderse por sí solos… el caso es que las repercusiones de todas estas cosas dan un resultado nefasto para los hijos que presentan un infantilismo en su personalidad.

La familia permisiva se diferencia de las demás por la pérdida de roles, es decir los padres no quieren caer en autoritarismo y como son incapaces de disciplinar a los hijos, se encubren con la excusa de querer razonarlo todo que desemboca en que los hijos terminen por hacer lo que quieran, sin control alguno. En definitiva los roles de padres e hijos se pierden hasta tal punto que incluso parece que los hijos mandan más que los padres, e incluso se dan caso en el que no se atreven a decir nada por si a caso el hijo se enoja.

Hay otro tipo de familia que se caracteriza por que los progenitores siempre meten a los hijos por medio, algo así como que los hijos son la pieza clave de la familia se centran en ellos, y ni siquiera hablan de la pareja, siempre lo sustituyen por los niños y esto es debido a que lo utilizan como un método de defensa, es decir, como no saben enfrentarse a sus propios conflictos utilizan sacan temas sobre sus hijos, como si ese fuera su único tema de conversación. En este tipo de familia centrada en los hijos lo que se busca es la compañía de los hijos, de esto depende su satisfacción personal. Viven exclusivamente para sus hijos.

Dentro de la familia inestable se puede ver que no llega a ser una familia unida, los padres no tienen metas comunes y eso les lleva al problema de no saber escoger cómo y cuáles son los principios que quieren inculcar a sus hijos, cuál es el tipo de mundo que quieren que aprendan sus hijos, se presenta una ambiente de inestabilidad que hace que los hijos crezcan en ese ámbito con una personalidad marcada por la inseguridad, la desconfianza, con una imposibilidad afectiva que cuando crecen los forma como adultos incapaces de comunicar sus necesidades, frustrados, con grandes sentimientos de culpa por no ser capaces de exteriorizar sus sentimientos.

Por último, la familia estable. En ella hay un claro reparto de roles, las enseñanzas y valores que se quieren dar a los hijos son claras, llenas de perspectivas y de futuro. Hay ilusión y se encuentran todos los miembros unidos y queridos, dando como resultado seguridad, estabilidad y confianza. Cuando los niños crecen como han tenido metas y no solo las han conseguido sino que han sido apoyado y llenos de afecto, se convierten en adultos independientes y sin ningún problema a la hora de expresar sus necesidades o de mostrar afecto.

Estos los diferentes tipos de familias que se dan en nuestra sociedad, aunque no todo se puede encasillar, por supuesto que hay variantes, pero por lo general el centro neurálgico de las familias se puede comparar con alguna de ellas.

Pero lo interesante que no se nos puede olvidar es que debemos reflexionar sobre la importancia de las experiencias vividas, las situaciones que nos han aportado fortaleza o por el contrario debilidad, el carácter al igual que los valores, se fraguan en la familia y son las que nos condicionan y marcan la vida adulta de cada miembro.

viernes, 24 de septiembre de 2010

VALORES MORALES

Si esto se desarrolla inteligentemente y se maneja sabiamente, llevará a relaciones humanas correctas, basada en el espíritu de alegría, amor y a una nueva orientación de individuo a individuo, y de todos hacia la potencia suprema a la que damos el nombre de Dios.

Practicadas en términos racionales, estas realizaciones eliminan el conflicto y la competición en los diversos aspectos de la sociedad. Si cada persona lucha para él mismo y su propio interés, no puede haber "armonía social", tranquilidad, seguridad y unidad, ni libertad o bienestar.

El valor humano fundamental necesario hoy en día para una vida mejor en la sociedad en la que vivimos, es la utilización simple y práctica de la energía de buena voluntad. La Buena Voluntad es una actitud mental inclusiva y cooperativa, es "amor en acción", fusiona el corazón y la mente en una condición de sabiduría y de inteligencia creadora, "estimula la justicia" y la integridad de aquellos que tienen influencia y autoridad. Es realmente la piedra angular de la sociedad humana que responde a los valores de la nueva era.

Sostengamos por medio del pensamiento y la acción a aquellos que actúan con buena voluntad en nombre del "bien general para todos los pueblos".

Y como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros con ellos. (Lucas 6:31)
Si creemos tanto en Dios, deberíamos tener presente estos valores......
Los quiero mucho

jueves, 16 de septiembre de 2010

LA SOBERBIA

La soberbia consiste en concederse más méritos de los que uno tiene. Es la trampa del amor propio: estimarse muy por encima de lo que uno vale. Es falta de humildad y por tanto, de lucidez. La soberbia es la pasión desenfrenada sobre sí mismo. Apetito desordenado de la propia persona que descansa sobre la hipertrofia de la propia excelencia. Es fuente y origen de muchos males de la conducta y es ante todo una actitud que consiste en adorarse a sí mismo: sus notas más características son prepotencia, presunción, jactancia, vanagloria, situarse por encima de todos lo que le rodean. La inteligencia hace un juicio deformado de sí en positivo, que arrastra a sentirse el centro de todo, un entusiasmo que es idolatría personal.
Hay dos tipos de soberbia; una que es vivida como pasión, que comporta un afecto excesivo, vehemente, ardoroso, que llega a ser tan intenso que nubla la razón, pudiendo incluso anularla e impedir que los hechos personales se vean con una mínima objetividad. La otra es percibida como sentimiento cursa de forma mas suave y esa fuerza se acompasa y la cabeza aún es capaz de aplicar la pupila que capte la realidad de lo que uno es, aunque sólo sea en momentos estelares. Entre una y otra deambula la soberbia, transita, circula, se mueve y según los momentos y circunstancias hay más de la una o de la otra.

La soberbia es más intelectual y emerge en alguien que realmente tiene una cierta superioridad en algún plano destacado de la vida. Se trata de un ser humano que ha destacado en alguna faceta y sobre una cierta base. El balance propio saca las cosas de quicio y pide y exige un reconocimiento publico de sus logros. Para un psiquiatra , estamos ante lo que se llama una deformación de la percepción de la realidad de uno mismo por exceso.

Ante la soberbia dejamos de ver nuestros propios defectos, quedando éstos diluidos en nuestra imagen de personas superiores que no son capaces de ver nada a su altura, todo les queda pequeño.

No podemos olvidar, que para estar bien con alguien, para establecer una relación de convivencia estable y que funcione hace falta estar primero bien con uno mismo
4.- En la soberbia se hospeda una obsesión exagerada por uno mismo, que ha ido conduciendo a una excesiva evaluación del propio mérito. Y afloran términos como alardear, jactarse, vanagloriarse.

Lo contrario de la soberbia es la humildad. Todo el edificio de la persona equilibrada se basa en una mezcla de humildad y autoestima. La una no está reñida con la otra. Una persona que reconoce sus defectos y lucha por combatirlos y a la vez, tiene confianza y seguridad en sus posibilidades.

Entre la soberbia, el orgullo y la vanidad hay grados, matices, vertientes y cruzamientos recíprocos. Por esos linderos se suele acabar en el narcisismo, patrón de conducta presidido por el complejo de superioridad, la necesidad enfermiza de reconocimiento de sus valías por parte de la gente del entorno y la permanente autocontemplación gustosa.

Sólo el amor puede cambiar el corazón de una persona. Cuando hay madurez, uno sabe relativizar la propia importancia, ni se hunde en los defectos ni se exalta en los logros. Y a la vez, sabe detenerse en todo lo positivo que observa en los que le rodean. Saber mirar es saber amar. A lo sencillo se tarda tiempo en llegar.

Los quiero mucho

LA SOBERBIA

En el cristianismo, el orgullo se define como aquella persona que se envanece a sí misma, olvidando a sus semejantes y a Dios.

Genéricamente se define como la sobrevaloración del Yo respecto de otros por superar, alcanzar o superponerse a un obstáculo, situación o bien en alcanzar un status elevado y subvalorizar al contexto. También se puede definir la soberbia como la creencia de que todo lo que uno hace o dice es, SUPERIOR y que se es capaz de superar todo lo que digan o hagan los demás. También se puede tomar la soberbia en cosas vanas y vacías, y en la opinión de uno mismo exaltada a un nivel crítico y desmesurado (prepotencia).

Para la Iglesia católica romana, en particular, la soberbia encabeza la lista de los pecados capitales que escribiera Santo Tomás de Aquino.

La soberbia se la concreta con el deseo de ser preferido a otros, basándose en la satisfacción de la propia vanidad, del Yo o ego. Por ejemplo, una persona soberbia jamás se "rebajaría" a pedir perdón, o ayuda, etc.
La soberbia ataca con dos dardos: la ira y la envidia.

SABIAS PALABRAS, PARA ESO ESTAMOS.......

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Y...EN RELACION A LOS LAICOS

Una sola cosa...¿Quién sirve a quién?
No sería bueno, hacer notar alguna diferencia?
Al parecer hemos vivido equivocado por siempre...

lunes, 30 de agosto de 2010

QUE ES UN LAICO?

Muchas veces se piensa o se dice que los laicos somos cristianos de segunda categoría, valemos menos que los sacerdotes y las religiosas, somos cristianos incompletos y no tenemos derecho a opinar, decidir o llevar a cabo nada en la Iglesia. En los consejos parroquiales, muchos sacerdotes se limitan a informar e imponer sus propias decisiones. En cuanto a consejos económicos de las parroquias, prácticamente no existen. Cuando se trata de un curso de formación, un retiro o un encuentro especial, se invitan a sacerdotes o religiosas de afuera, pero muy pocas veces a un laico para que dé la charla. Los ministros extraordinarios de la comunión son objeto de susceptibilidades y calumnias, las Celebraciones de la Palabra que puede hacer un laico cuando no hay sacerdote, no encuentran mucho interés. Los catequistas del campo, laicos muy entregados a su servicio, no tienen mucha importancia una vez que aparece el sacerdote.
En esta concepción del laico, y en estas prácticas frente a él, hay un error teológico fundamental. Es que los laicos no somos cristianos de baja categoría, sino somos nosotros primera categoría en la Iglesia. Y no solamente somos la mayoría, sino somos nosotros lo más importante en la Iglesia. Todo el resto que hay en la Iglesia, existe para servirnos a nosotros, los laicos.
Estas afirmaciones tal vez pueden chocar a uno y otro laico, y pueden tal vez incluso ofender a algunos sacerdotes. No es esta mi intención. Pero sí intento afirmar la importancia que tenemos nosotros, los laicos en la Iglesia, frente al resto de los miembros de la Iglesia, y frente al mundo. En primer lugar, diré entonces, cuál es nuestro papel, nuestro rol y nuestra importancia en la Iglesia. Y en segundo lugar, cuál es nuestra relación con los no laicos en la Iglesia. Veamos.

Los laicos en la Iglesia.....

¿Qué quiere decir "laico"? Esta palabra viene del idioma griego, y significa "el que pertenece al pueblo". Este era el significado en el mundo griego, aún fuera de la Iglesia. El que pertenece al pueblo en un sentido específico: No tiene ningún cargo. No es autoridad, alcalde, concejal, policía, oficial, juez y no tiene ninguna otra función. Nosotros diríamos: "es base".
Así en el pueblo griego se llamaban laicos todos los adultos que tenían derecho de ciudadanía, menos las autoridades. Y como la Iglesia ha formado sus estructuras en el mundo griego, cuando buscaban una palabra para todos los cristianos que no eran sacerdotes, diáconos y obispos, los llamaban también "laicos". Recordemos lo que quiere decir esto: Los que pertenecen al pueblo con todos los derechos, porque son mayores de edad, son ciudadanos. Ahora bien, si entendemos a la Iglesia como el Pueblo de Dios, nosotros, los laicos, tenemos en ella todos los derechos. Somos mayores de edad, somos de primera categoría.
Y existe también una razón teológica para afirmar esto: En todos nosotros, en cada uno y en cada una, vive el Espíritu Santo. El Apóstol San Juan nos dice en su primera carta: "Y en cuanto a ustedes, la unción que han recibido de Él permanece en ustedes y no necesitan que nadie les enseñe." (1 Jn 2,27) La unción que hemos recibido, es el Espíritu Santo. Y si el Espíritu Santo permanece en nosotros, dice San Juan, no necesitamos que nadie nos enseñe. Porque él mismo nos enseña todo lo que necesitamos saber. No quiero afirmar que no necesitamos la Iglesia ni mucho menos la Palabra de Dios de la Biblia. Pero sí quiero decir que no dependemos en nuestra fe de la enseñanza de los sacerdotes. Somos mayores de edad. Somos laicos.

Los laicos y los demás miembros de Cristo

Entonces, si ello es así, ¿para qué necesitamos a los sacerdotes? ¿Para qué sirven? Sirven justamente para afirmarnos y apoyarnos en nuestra mayoría de edad. Sirven para servirnos. Así lo dice el Catecismo de la Iglesia Católica: "El ministerio ordenado o sacerdocio ministerial está al servicio del sacerdocio bautismal." (CatIC 1120) El sacerdocio bautismal somos nosotros, todos los bautizados somos sacerdotes por este sacramento. A diferencia de este sacerdocio común existe el sacerdocio ministerial u ordenado. ¿Qué quiere decir "ministerial"?
Al servicio de los demás. Los sacerdotes ordenados están al servicio de los demás cristianos, de los laicos. Vuelvo a citar el Catecismo:
Mientras el sacerdocio común de los fieles se realiza en el desarrollo de la gracia bautismal (vida de fe, de esperanza y de caridad, vida según el Espíritu), el sacerdocio ministerial está al servicio del sacerdocio común, en orden al desarrollo de la gracia bautismal de todos los cristianos. (CatIC 1547)
En la práctica de nuestras parroquias, muchas veces vemos todo lo contrario: Los laicos estamos al servicio de los sacerdotes. Ellos son los dueños de las parroquias, nosotros tenemos que servirles. En realidad, la Iglesia manda que tiene que ser al revés. Es la vida cristiana del laico la que cuenta en ella. El trabajo del sacerdote solamente está al servicio del desarrollo de la fe, de la esperanza y del amor de los laicos. Por esto digo, que nosotros somos lo más importante en la Iglesia. Los sacerdotes, los obispos, las religiosas y los diáconos existen en función de nosotros, tienen que apoyarnos en nuestra vida cristiana.

La misión del Laico

Todo lo que he dicho hasta ahora, no lo dije para que nos sintiéramos mejor. O para que nos pensáramos los mejores, los predilectos o los elegidos. Lo he dicho, para que pudiéramos entender mejor nuestra propia misión como laicos. Cuántas veces, frente a la situación de nuestro país, se ha escuchado decir: "La Iglesia debería pronunciarse frente a esto." Cuántas veces, también nosotros decimos "la Iglesia debería..." y "la Iglesia tendría que...", pensando que la Iglesia son los obispos y sacerdotes. Si recordamos bien lo que acabo de decir, si "la Iglesia debería", somos nosotros los que debemos. Y si "la Iglesia tendría que", somos nosotros los que tenemos que hacer algo. Los sacerdotes y obispos están al servicio de nuestra fe y nuestro amor. Si queremos que este mundo cambia, no debemos esperar a que actúen nuestros pastores. Si queremos que se ayude a los pobres de este país, no debemos exigir que lo hagan nuestros obispos. Si queremos que se trabaje a favor de la justicia, no debemos reclamar las homilías y pronunciamientos de los sacerdotes. Y también, si queremos que nuestra parroquia sea más cristiana, más acogedora y más humana, no debemos culpar a nuestro párroco.
Nosotros somos la Iglesia, y nosotros tenemos la misión de construir el Reino de Dios en este mundo y de vivir una Iglesia que sea signo de este Reino. Es nuestra misión. La Iglesia no tiene dos misiones diferentes, una grande para el clero y una chiquitita para los laicos. Tiene una sola misión, la de continuar la obra de Jesús, y esta misión es nuestra.
Por esto, si nos sentimos primera categoría en la Iglesia, debemos también actuar así. Si la misión de la Iglesia es nuestra misión, debemos desempeñarla. Entonces, ¿cómo podemos hacer esto? ¿Cómo desarrollamos esta misión? Cuando Jesús envió a sus discípulos a predicar en "las ciudades y sitios a donde él había de ir" (Lc 10,1), les dio en una ocasión tres encargos: "coman lo que les pongan; curen los enfermos [...], y díganles: ‘El Reino de Dios está cerca de ustedes’." (Lc 10,8s) Estos tres encargos valen también para nosotros y nos explican, cuál es nuestra misión de laicos.
"Coman lo que les pongan"

En primer lugar, Jesús nos dice: "Coman lo que les pongan." Es una advertencia sencilla y tal vez un poco rara. Pero si lo tomamos en serio, no siempre es tan fácil. Si nosotros vamos al campo, y nos ofrecen un plato, no siempre es muy fácil comerlo. Lo que Jesús nos quiere decir con esta advertencia es, debemos respetar la cultura de los demás. Debemos respetar también la pobreza de los demás. Debemos aceptar a las personas tal como son y no desear desde el principio algo distinto. La persona vale más que el plato que puede ofrecer o el idioma que habla o la vestimenta que tiene puesto.
Todo esto es parte de nuestro testimonio de vida. Este testimonio puede mucho más que nuestros discursos y más aún que nuestras obras. Si rechazamos el plato de comida o si rechazamos a una persona por su cultura, no vamos a poder cumplir con nuestra misión. Esta misión empieza con las cosas sencillas, nuestra manera de actuar, de relacionarnos, con la sencillez y la humildad. Empieza con el respeto a todas las personas que Dios ha creado.

"Curen los enfermos"

La segunda advertencia que Jesús les da a sus discípulos y también a nosotros, es "curen los enfermos". Nosotros no vamos a poder curar como él curó. Pero lo que nos dice este mandato de Jesús es, debemos preocuparnos de lo corporal y de lo material. No en el sentido que le quiere dar nuestra sociedad a lo material. En nuestra sociedad cuenta más quien tiene más. La acumulación de lo material se ha convertido en idolatría. Lo que Jesús nos manda es: Tenemos que preocuparnos de los problemas corporales y materiales de los pobres. Tenemos que buscar la justicia, la igualdad, la liberación de todos. Estas cosas no son mundanas y no figuran en un segundo plano para los cristianos. Es una de las advertencias centrales de Jesús para sus discípulos.
"Díganles: ‘El Reino de Dios está cerca de ustedes’."

Y en último lugar, Jesús también nos envía a decir: "El Reino de Dios está cerca." También nosotros, los laicos, participamos en este anuncio explícito de la palabra de Dios. Podemos anunciar a todo el mundo el amor que Dios nos tiene. Podemos anunciar su preferencia para los pobres y para los que sufren. Podemos, al mismo tiempo, denunciar todo lo que va en contra de la voluntad de Dios: la injusticia, la violencia, la corrupción, el maltrato. Y podemos invitar a todos a vivir ya de esta realidad tan cercana del Reino de Dios. Para nosotros, los cristianos, la realidad ya cambió. Ya no valen los valores de este mundo. Ya no valen el éxito, la riqueza, el prestigio. Lo que ahora vale es la solidaridad, el amor, la alegría y la justicia.

Jesús nos dice: "coman lo que les pongan; curen los enfermos y díganles: ‘El Reino de Dios está cerca de ustedes’." Nosotros, como laicos, podemos cumplir con esta misión. Es nuestra. No podemos esperar hasta que otros en la Iglesia cumplan con ella. Nosotros somos la Iglesia.

lunes, 23 de agosto de 2010

EL ENGAÑO

Cuando escuchamos de engaño lo asociamos a decepción, traición y mentira. También, al dolor psicológico que eso conlleva. Engañar es faltar a la verdad en lo que se dice, se hace, se cree o se piense. Asimismo, es dar a lo falso apariencia de veracidad o provocar que alguien tenga por cierto lo que no lo es. El autoengaño es cerrar los ojos a la realidad, por ser más grato y cómodo aceptar la mentira, . El engaño que más ocurre es el de un ser querido o el de la persona a quien amamos. El dolor que nos causa es porque normalmente no podemos concebir que alguien que nos quiera nos mienta. Si un adversario o desconocido nos engaña le llamamos estafador o mentiroso pero si nos tima el ser amado nos sentimos desolados. En estos casos, el engaño más frecuente es por temor a enfrentar la ira del otro.

Por otra parte, no solamente el engaño tiene que ver con los familiares o el cónyuge. Sembrar falsas ilusiones también es engaño y constantemente estamos percibiendo situaciones, informaciones, publicidad y propaganda de hechos que crean falsas expectativas. Sin embargo, en un sinnúmero de ocasiones no nos damos cuenta y las dejamos pasar, otras veces creemos y vivimos de esas ilusiones hasta el punto de convertirse en verdaderas necesidades. Estas ilusiones o espejismos nos pueden segar el entendimiento a pesar de que la razón nos diga lo contrario.

El ser humano sabe que existe el engaño y no obstante sucumbe ante las tretas. No siempre se está preparado para la trampa por más que se crea, se sea inteligente o se tenga experiencia. Un dicho popular nos advierte: "Al mejor cazador se le va la liebre".

Para enfrentar el engaño lo importante es buscar la mayor información posible, utilizar nuestra intuición, y por último, la razón antes que la emoción. Un viejo proverbio árabe dice que la primera vez que te engañen, será culpa del otro, pero la segunda será culpa tuya.

Cuando nos engañen lo más recomendable es superar la desesperación y los juicios emocionales hasta donde podamos y preguntarnos cuál fue la causa, cómo sucedió y en qué circunstancias. Qué pasó para llegar a esa situación. Además, debemos dejar a un lado el odio o el deseo de venganza. Luego hablar con la persona que nos engañó y confrontarlo pidiendo una explicación.

Abraham Lincoln dijo: "Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo. todo el tiempo".

ME PREGUNTO "Y CUANDO UNA PERSONA ENGAÑA A OTRA, PARA QUE ESA PERSONA ENGAÑE A LOS DEMAS", ¿Que pena tendría?


"EL AUTOENGAÑO ES CERRAR LOS OJOS A LA REALIDAD, POR SER MAS GRATO Y COMODO,... ACEPTAR LA MENTIRA".

Los quiero mucho

sábado, 21 de agosto de 2010

RENCOR

Este es, sin duda, uno de los temas duros de la vida. A su alrededor se han creado catedrales de malentendidos y no pocas enfermedades asociadas a la necedad de continuar siendo víctimas de quienes nos han herido.
Perdonar es la experiencia de paz y comprensión que se siente en el presente. Se perdona al confrontar las reglas rígidas que uno ha trazado
para el comportamiento de los demás, y al enfocar la atención en las cosas
buenas de la vida, no en las malas.
Perdonar no significa olvidar o negar las cosas dolorosas ocurridas.
Perdonar es la poderosa afirmación de que las cosas malas no arruinarán nuestro presente, aun cuando hayan arruinado nuestro pasado.
Hay tres componentes principales que motivan la creación de largos y dolorosos resentimientos:
* Tomar la ofensa exageradamente personal
* Culpar al ofensor por nuestros sentimientos
* Crear una historia de rencor

PERDONAR ES DIVINO....
Los quiero mucho

martes, 3 de agosto de 2010

R E S P E T O

QUE IMPORTANTE ES EN ESTOS TIEMPOS:

El Respeto es una de las bases sobre la cual se sustenta la ética y la moral en cualquier campo y en cualquier época. Tratar de explicar que es respeto, es por demás difícil, pero podemos ver donde se encuentra.
El respeto es aceptar y comprender tal y como son los demás, aceptar y comprender su forma de pensar aunque no sea igual que la nuestra, aunque según nosotros esta equivocado, pero quien puede asegurarlo por que para nosotros; esta bien los que están de acuerdo con nosotros, sino lo están; creemos que ellos están mal, en su forma de pensar, pero quien asegura que nosotros somos los portadores de la verdad, hay que aprender a Respetar y aceptar la forma de ser y pensar de los demás.
.
Es aceptar y comprender al humilde y al engreído, al pobre y al rico, al sabio y al ignorante, es por pequeña o grande que sea, física, moral o intelectualmente situarla en el mismo lugar de comprensión y comprender su forma de ser pues se comprende que ese ser humano se merece toda tu atención, no importando su condición.
Si ahora hizo mal o esta mal, respétala y trata de enseñarle el camino recto, nunca queriendo imponerlo, solo enséñale el camino e invítalo a recorrerlo, pero siempre, respetando su decisión de recorrerlo o no.

Por que esto, cada quien es un alma libre y tú al igual que lo hace el cielo debes de darle libre albedrío a esa alma, en el camino de la evolución debe recorrer su propio camino, mira que grande es Dios como quiera que lo concibas, deja que actúes a tu completa libertad te respeta como lo más sagrado ,ah pero eso si antes de actuar paras bien o para mal te dice las consecuencias de tus actos y de ti es toda la libertad de actuar a tu propia decisión sabiendo de antemano las consecuencias de tus actos, por eso no es propio reclamar al cielo por que nos castiga cuando obramos mal, ANALIZELO....

Pero. ¡ Que pobre alma es aquella que no puede respetar, al los animales y a las plantas, a los ríos y lagos, al más humilde de los hombres, al pequeño que camina delante de el, a la mujer con la que comparte su vida, a aquellas con las que se relaciona, al hombre que lo cree menos por n tener incapacidades físicas, al basurero que por sucio y humilde que sea su trabajo, sin el su vida seria un basurero, al engreído por que gracias a el al conocerlo puedes evitar ser como el, al colérico, por que puedes comprender la importancia de saberse controlar, al feo por que te ayuda a comprender que la belleza se encuentra en el alma, al ignorante por que sabes que es el comienzo de la sabiduría ! .

Pero a veces se pierde el respeto a alguien ya sea por que lastimo a alguien de cualquier forma o por varias razones, casi se es inevitable, pero a lo que concierne este comentario, es solo para mencionar que cuando algo así pasa, se debe mantener ese respeto hasta donde sea prudente conservarlo si se tiene que actuar de una forma por demás imperiosa para resolver ese asunto aunque sea, algo reprochable ante los demás, hágalo, si en verdad intento, varios medios y no logro esa armonía, haga lo que tenga que hacer, que en nada es reprochable pues se tiene el derecho de tratar de convivir en paz, y si no hay otra opción, el cielo sabrá perdonar. Espero este comentario no sea mal interpretado pues es muy susceptible de entenderse mal, pero espero me entienda.

El respeto, debe ser nuestra relación con los demás, sería una agradable forma de conducirse por la vida, pero aunque lo parezca, respetar a los demás es relativamente difícil. Por la forma en que se nos ha educado a relacionarnos con los demás, que a veces tritura esta virtud desde sus comienzos, pero trate de cultivar en su corazón el respeto, poco a poco, aliméntelo con el ejercicio constante de la misma, y vera lo bien que se sentirá consigo mismo, a veces tambaleara, y pensara que no lo logra, pero manténgase firme, y al final DIOS sabrá recompensar su esfuerzo, hay tanto en la palabra de respeto y en su ejercicio, que preferiría lo meditara usted mismo y saque sus propias conclusiones, pues ellas se merecen toda su atención………….. Los quiero mucho....Edo

lunes, 2 de agosto de 2010

EL LENGUAJE DEL AMOR

¿Qué nos dificulta hablar con el lenguaje del amor?

Hay ciertas actitudes que nos hacen más difícil la comunicación.
Si queremos aprender a hablar con el lenguaje del amor, debemos renunciar a:

REACCIONAR DE INMEDIATO:
Puede ser que tu reacción este realmente motivada en situaciones del pasado, que ya no tienen lugar, pero que al recordarlas hacen que no permitas en la otra persona una oportunidad para corregir.
USAR EXPRESIONES INSULTANTES:
No la uses con los demás ni contigo mismo, no uses esas frases demoledoras, que sabes llegan justo a la herida de quién te habla.
CORTAR LA COMUNICACION:
Terminar abruptamente una conversación es una forma de violencia contra el otro, igual sucede con los monólogos, en los que siempre quieres dar la última palabra y abandonas dando la espalda y eludiendo al otro.
CANTALETA:
Sermonear constantemente, perseguir a otro para obligarlo a que te escuche, manipular la conversación.
VOLVER AL PASADO:
Retomar heridas o discusiones del pasado para discutir sobre el acontecimiento presente es no permitir la sanación. En la relación la mejor herramienta para mantener una comunicación limpia es el perdón.
IRONIA:
No uses frases irónicas, con ellas disfrazas de agresividad lo que quieres decir y hace que tu comunicación se torne violenta.
NECESIDAD DE TENER LA RAZÓN:
La lucha por la razón te aleja de los demás, ganar la pelea por la razón no te hace feliz.
JUSTIFICARSE:
Dar explicaciones, aún sin que te las pidan, muestra que te has sentido atacado y produce una reacción que combina rabia y miedo.
DESAPROBAR LOS SENTIMIENTOS:
Respeta los sentimientos de los demás, comparte y explora un poco más para conocerle mejor y poder entenderle.
SER INFALIBLE:
En ocasiones tendrás que aprender a ceder para llegar a un acuerdo, tu también te puedes equivocar.
LEVANTAR LA VOZ:
El amor no grita; Cada vez que hables con gritos estas agrediendo a tu interlocutor.
MENSAJES DISFRAZADOS:
Habla con claridad, no utilices las indirectas para expresarte.
DISCUTIR POR CUALQUIER COSA:
Bajo una discusión que se ha vuelto repetitiva, se esconde un motivo totalmente distinto al que aparentemente creó la discusión, pero del cual no se expresó nada en el momento indicado y del cual se guarda y queda aún algo por decir.
ACUMULAR AGRAVIOS:
Habla en su momento de lo que te ha molestado de otra persona, no acumules motivos para discutir luego y facilitar que la situación sea peor.º
VENCER EN LA DISCUSIÓN:
Al ganar en una discusión, puedes perder más de lo que te imaginas.
AMENAZAR O CULPAR:
Ambas cosas son jugar con las emociones de los demás y aprovecharlas en beneficio de tu ego.
ASUMIR:
No permitas que las dudas te hagan suponer o asumir algo que entiendes. Pregunta y aclara para que tengas seguridad en lo que hagas.
COMENTAR CON OTROS LA DISCUSIÓN:
No involucres terceros en la discusión. No busques que otros intercedan por ti, ni que se conviertan en tus defensores.
Todas las anteriores son actitudes que dificultan la comunicación y por ende, nos separan de los demás, nos separan del amor.
Cada persona que encontramos en nuestro camino es una oportunidad de aprender.
Si hay alguien en tu vida con quién es más difícil relacionarte, míralo como tu maestro, porque es quién te muestra el limite de tu amor, hasta donde eres capaz de amar a alguien; Por esa misma razón, es más importante VER que PERCIBIR.
Todas las personas dan amor o piden amor en todas las situaciones de su vida.
Cada agresión que recibas, mírala como una petición de amor y respóndela con el lenguaje del amor. Porque cada vez que respondas con ataque, te estas atacando a ti.
Perdonar es ver de otra manera, desde tu corazón; No podemos pasarnos la vida esperando a que los demás cambien, lo que más nos molesta de los demás, es lo que nosotros mismos tenemos que mejorar, la agresividad que ves en otro, es la tuya propia.

Aplica estos pequeños consejos y verás como mejorar tu comunicación.
Descubre que es lo que el otro siente, identifica la causa, encuentra donde quiere llegar, permite que exprese lo que siente, no dejes envejecer los problemas y recuerda que el mundo es un eco de lo que tu dices y te da tanto como tu das.
Los quiero mucho.....Edo

viernes, 30 de julio de 2010

ENVEJECIENDO JUNTOS

Decidimos un día unir nuestras vidas, de compartir el futuro, nuestras alegrías y nuestras penas, ella y yo hemos estado juntos cuando hubo una verdadera crisis, cuando hubo que cambiar de empleo, cuando el terremoto nos dejó en la calle, cuando tuvimos que vender la casa por apuro económico, lloramos uno al lado de otro, la triste partida de un ser querido, pero lloramos de alegría cuando nacieron nuestros hijos, nos apoyamos en el dolor, nos abrazamos en cada navidad y perdonamos nuestros errores. Críamos y les forjamos un futuro a nuestros hijos, hoy, son todos profesionales, y cada uno de ellos, siempre preocupados de nosotros, me pregunto, ¿estaremos envejeciendo?. La vida muchas veces es dura, pero si la sabemos vivir, es mucho más llevadera, la comprensión, el entendimiento, la razón, el verdadero amor que se profesan dos personas realmente comprometidas. Hoy te doy gracias Señor por haberme dado una compañera, que siempre estuvo, ya sea en las buenas o en las malas. Cuarenta años caminando juntos, y espero que sean muchos más.
ATESORA CADA MOMENTO QUE TIENES, LO ATESORARÁS MÁS, SI LO COMPARTES CON ALGUIEN QUE PARA TI SEA ESPECIAL.
Los quiero mucho....Edo.

sábado, 24 de julio de 2010

TRES AÑOS COMPARTIENDO

En Julio de 2007, abrimos esta páginas para tener un contacto más directo con los miembros de mi comunidad y equipo en general, pero grande fue mi sorpresa cuando el Coordinador de ese entonces, me pidió que lo cerrara inmediatamente, pues ya había un blog que sería el oficial; se me ofreció entonces ingresar a ese circulo cerrado del dueño de la página, que por coincidencia era de otra comunidad. Los tres años que llevo en esto me han dado la razón de no haber aceptado cerrarlo ni haberme incorporado en algo que hoy se encuentra totalmente desaparecido.
Todo lo que se escribe en este blog, va normalmente dirigido al equipo EPE, a pesar que muchos dicen que no lean estas lineas, pero los acontecimientos de estos tres años, me dicen lo contrario. Seguiremos escribiendo referente a crecimientos personales y espirituales, seguiré dando mensajes....Dios quiera que algun día las personas que no leen los articulos que se emiten, lo puedan hacer, así a lo mejor, pueden entender lo que realmente se dice, y no lo que quieren captar con sus mentes, pensando que ellos son los mejores en todo, no seré Luis Robert,(escritor de novelas fantasticas, y aventuras populares) ( ni otro personaje con apellido distinto), pero somos lo que somos, con nuestras virtudes y nuestros defectos y así seguiremos hasta que tengamos la mente y el corazón abierto para compartir con ustedes.....Los quiero mucho

jueves, 22 de julio de 2010

A CONSIDERAR

EPE como toda organización integrada por hombres, presenta en el tiempo un desgaste natural. Normalmente, los objetivos que persigue esta organización católica – laica, vive procesos de cambios que de una u otra forma, va marcando el diario vivir de sus integrantes.

Las motivaciones, las emociones, las experiencias de vida, la forma de enfrentar los problemas, la participación, la comunicación, el compromiso, la moralidad, la solidaridad, la hermandad, son algunas de las variables que deben retroalimentarse permanentemente. Pero, cuando se comienza a visualizar falencias, fisuras, desmotivación, etc., hacemos un alto para preguntarnos…

¿Qué esta pasando?
¿Por qué está ocurriendo esto?
¿Cuáles son las motivaciones para actuar así?
¿Qué me lleva a tomar está actitud?
¿Qué se está haciendo mal para corregir?

Al responder estás preguntas, seguramente saldrá a relucir la gran pregunta que a diario debemos hacernos, pero que dejamos de practicar por distintos motivos y preferimos acatar sin buscar las herramientas que nos permita debatir con altura de miras y dar solución real a aquellas situaciones de quiebre que las sabemos pero no queremos afrontar.

¿Qué me esta pasando?

El ser humano, por definición es un ser muy complejos, más aún, cuando nos vemos enfrentado a múltiples situaciones en el ámbito familiar, laboral y social, muchas veces no reaccionamos en forma racional, más bien, reaccionamos en forma visceral, exteriorizando nuestro real comportamiento humano. Esto se da porque nos cuesta cuestionarnos…

¿Yo sé escuchar?
¿Mi comunicación con los demás es la ideal?
¿Se plantear mis dudas, mis inquietudes, mi malestar?
¿Tengo capacidad de equilibrar mis emociones?
¿Demuestro mis preferencias en desmedro de los demás?
¿Me considero un buen líder o guía para mi familia, compañeros de trabajo o amigos de comunidad?
¿Puedo prejuzgar a un familiar, compañero de trabajo o hermano de comunidad, cuando tenga o no tenga todos los antecedentes del problema?
¿Es bueno reconocer mis debilidades cuando no tengo la capacidad y la fortaleza para dirigir un grupo?

Seguramente, que si buscamos las respuestas a estas interrogantes, en un debate de respeto, con un espíritu noble de buscar la solución o soluciones a nuestro caminar en esta comunidad, lograremos en conjunto dar solución y buscar a los mejores para que sirvan de guía a este equipo.

miércoles, 7 de julio de 2010

COMO SER MEJORES PERSONAS (3) (FIN)

El estrés dificulta tu paz interior, afecta tu salud, tu felicidad y tu vida.

Para evitarlo, renuncia a querer lograr objetivos de manera acelerada y forzosa. Aprende a utilizar el tiempo en forma adecuada. Evita tensionarte por querer hacer varias cosas a la vez. No empujes el rio, déjalo correr a su ritmo. No te amargues imaginando futuros llenos de dificultades. Mira tus problemas con objetividad y hasta con buen humor y saca provecho de tus errores.

Reconoce el y el poder valor dinámico de la palabra. Que lo que digas sea verdad y que tus palabras sean las adecuadas, que reconozcan la dignidad humana y realcen los valores humanos. Utiliza tus palabras sólo para agradecer, para bendecir, para servir, orientar, y promover acciones positivas de superación, crecimiento y armonía entre todas las personas. Descontamina tu palabra de mentiras, pues son una forma de violencia. Nunca utilices tu palabra con Rudeza ni en forma grosera. Usa el poder de tu palabra sólo para dignificarte.
Al despertar cada mañana, ofrece tu primer pensamiento al Padre Eterno y dale gracias por el nuevo día y por el regalo de la vida. Prográmate un día sereno, proponiéndote vivirlo en paz contigo mismo y en armonía con las personas a tu alrededor. Cancela todo sentimiento de rencor o resentimiento, para que no intoxiques tu espíritu. Disfruta de cada minuto y cada segundo, aprovecha la enseñanza valiosa que contiene cada día, búscala.

Trabaja con todo interés y atiende los problemas del momento, enfrentándolos como oportunidades de probar tu capacidad para salir adelante. No pases tus problemas a otros para ahorrarte el esfuerzo mental en su solución, pues actuando así, perderás una oportunidad de crecer, mejorar, experimentar y superarte. La vida trae cotidianamente algunos problemas, no te preocupes por ellos, ocúpate en buscarles soluciones apropiadas, se convertirán en importantes escalones para tu crecimiento y superación.
Tienes la ilusión de que hallarás la felicidad cuando te ganes el mayor de la lotería? Muchas personas han recibido capitales en herencias o rifas y descarriaron sus vidas convirtiéndolas en miserables. Cuando pienses en la felicidad entiende que ella será el fruto de tu trabajo, de tu superación, de tus éxitos y logros familiares, sociales y al servicio de los demás. El camino hacia un mayor nivel de bienestar no pasa por tus bolsillos o por tu banco, pasa por tu corazón.

EL MEJOR MENSAJE:

Acéptate tal cual eres y trabaja por ser mejor, pero sin recriminarte. Valora tu cuerpo y atiende por tu salud. Reconócete el mérito de poseer los dones que tienes. ¡Bendícete y felicítate por tus aciertos! Declárate el mejor amigo de ti mismo. Dale gracias a Dios por todos los beneficios que has recibido y agradécele las oportunidades de superarte y crecer como persona y en tu profesión. Incluso aquellas que no entiendes o que te parecen

viernes, 2 de julio de 2010

COMO SER MEJORES PERSONAS (2)

Tu puedes ser un sembrador de felicidad, de esperanzas y de objetivos nobles y altruistas, siendo ejemplo y promotor de actitudes positivas, nobles y de superación. No basta sólo con predicar y enseñar, debemos dar ejemplo. Como puede hablar de bondad y buen trato una persona egoísta y grosera? Como puede hablar de equidad y justicia una persona egoísta? Piensa en esto: Nadie puede dar lo que no tiene.
Apoya a quienes veas desanimados, ten siempre una voz de aliento para quienes se sienten derrotados. Apoya con tus palabras a los desalentados para que les infundas capacidad de superar frustraciones y sobrellevar angustias. Si hay amor en tu corazón, podrás tr ansmitir confianza, apoyo y esperanza.
Reconoce calmadamente tus limitaciones sin menospreciarte y sin estancarte. Procura superar tus fallas a prendiendo de ellas. Tú tienes el poder de superarte . Al reconocerte conductas o actitudes equivocadas, comienzas a superarlas, y si te amas lo suficiente, podrás alcanzar los niveles de excelencia que te mereces y deseas lograr.

Si te asusta el fantasma de la derrota sufrida, o si te acorrala el complejo de inferioridad y quieres salir de la cárcel de la mediocridad en la que te ha recluido tu pesimismo, antes de acostarte, borra de tu mente, anula y evita esos pensamientos derrotistas, reemplázalos con la convicción de que puedes hacer más y hacerlo mejor. Actúa convencido de que si trabajas con mayor confianza en ti mismo, lograrás lo que te propones. No lo dudes!
No condenes a quien se equivoca, no ridiculices a nadie. No menosprecies a quien tiene un defecto físico. Nunca ofendas a nadie, no grites ni exijas en forma perento ria, no intentes forzar a que se hagan las cosas a disgusto, nada bueno lograrás. Evita crear resentimientos en las demás personas. Serás la primera víctima de estas actitudes.
A quien le gusta la gente fría, agria, antipática y dura? Aprende a comportarte de manera simple, simpática, atenta y gentil, te sentirás mucho más feliz. Si eres cordial allanarás los caminos del amor y de la buena voluntad. Muéstrate alegre y acogedor. Escucha con interés a tus interlocutores, valora sus buenas ideas y respalda sus iniciativas valiosas. Admira a tus amigos y declárales tu aprecio. La simpatía te hace atractivo y aceptable para los demás.
Mira siempre la cara luminosa de la vida. Espera que suceda lo mejor y verás que así será. Tú eres tu propio(a) dueño(a); de ti depende dar vuelta a la situación y ver que es lo que esconde la otra cara. Si eliges ver sólo la cara oscura de la vida, no esperes atraer hacia ti a las almas que conocen la dicha de la verdadera libertad, porque lo igual atrae a su igual; tan sólo atraerás hacia ti a las almas que estén en el mismo estado. Cuando estés en la cumbre y tu amor fluya libremente, atraerás hacia ti a todas las personas, pues a todo el mundo le atrae un alma gozosa. Aprende a levantar el ánimo de una persona o de una situación y nunca te permitas hundirte en la desesperación más honda a causa de la actitud de nadie. Estás aquí para crear paz, armonía, belleza y perfección, todo lo mejor de la vida, así que, anda y haz algo al respecto!
Si trabajas duro mereces y necesitas descansar adecuadamente. Pero una cosa es descansar y otra holgazanear. Debes ser activo y diligente, dándote momentos de descanso oportuno, para poder continuar con tu actividad de manera fresca e idónea. Las personas muy cansadas se equivocan más y les rinde menos. Descansar no es necesariamente no hacer nada, puede ser simplemente cambiar de actividad. Piénsalo.
Un corazón egoísta es duro y seco. Quien actúa con mezquindad no puede ser feliz, ni hacer feliz a nadie. Procura estimular la alegría en los demás e indúcelos a generar ambientes agradables para compartir. Comparte con los más necesitados, comunícate cariñosamente con quienes te rodean. Muchas personas tienen vidas desiertas de amor, tu puedes ser un oasis amoroso para ellos.
Para superar y evitar el estrés mantén el equilibrio en todos los aspectos de tu vida; sé moderado y toma todo con calma y prudencia. Concédete vacaciones de siete minutos en la maña y otros siete en la tarde, relájate y cálmate. Mantén la comunicación con tus seres queridos; trabaja con dedicación pero sin dejarte agobiar por el trabajo.
Para triunfar es preciso que seas dueño de ti mismo y pongas toda tu energía al servicio de tu realización personal. Si conservas la mente lúcida y mantienes el control de tus emociones, podrás superar cualquier situación, como capitán que debes ser, de tu propia vida. Lleva las riendas de tu conducta y mantén bajo control todas tus acciones. Tu conciencia puesta al servici o de tu crecimiento y superación, es la que debe comandar tu voluntad.

jueves, 24 de junio de 2010

SER MEJORES PERSONAS (1)

Para mantener mejores relaciones:

No interrumpas abruptamente a quien te habla, conserva tu ecuanimidad. Si te dejas alterar por los demás, perderás tu sentido de la razón y la fuerza de tus argumentos; mantén el equilibrio emocional para reclamar tu derecho al respeto. No descalifiques a tus opositores con insultos ni ofensas, pues aunque tengas la razón... serás el perdedor.

Al despertarte en la mañana, no saltes de tu cama violentamente, hazlo con serenidad, cancela los afanes y desesperos, pues estos provocan desorden y confusión. Cuando actúas con afán duplicas el esfuerzo necesario y corres mayores riegos de equivocarte. La naturaleza es una gran maestra, nunca un minuto tendrá 59 ni 61 segundos, cada cosa a su tiempo y a su ritmo. Cálmate, con calma podrás encontrar más oportunas soluciones.
Si la tristeza te invade, ¡sonríe! Si el sonreír no basta, ¡silva! Si el silbar falla, ¡canta! Busca dentro de ti los muchos motivos que tienes para ser feliz y estar agradecido, la tristeza se irá desvaneciendo como la nieve ante la caricia cálida del sol. Si estás triste, no le des más cuerda al abatimiento, levanta tu ánimo! Actúa como una persona feliz, y esta emoción se irá convirtiendo en una actitud permanente.
Quien posee la actitud de la serenidad puede disfrutar de la vida aún en medio de las dificultades. Recuerda el sabio proverbio: Enfréntate con calma a la peor emergencia. Si no quieres que te abrumen los conflictos, reconoce que la serenidad es la manera más propicia para manejar los problemas y hallarles solución. Asume HOY una actitud serena, e intenta conservarla como parte de tu manera de ser, enriquecerás tu vida.
Estás angustiado? Sientes que pasas por una grave crisis? Aprovecha la situación de desequilibrio que te aqueja para detenerte y tomar conciencia de que tu crisis tiene dos salidas: una, para dejarte arrastrar por el desánimo y hundirte en la postración; y otra, para tomar la serena decisión de aprender de las circunstancias que te han llevado a la crisis, activando tus potencialidades para aprender, superarte y seguir adelante.
Una fórmula eficaz para triunfar es idear un proyecto, hacer un plan y luego, trabajar con ahínco, con disciplina, con entusiasmo y perseverancia hasta verlo realizado. La imaginación te proyecta a las alturas, pero para ascender a ellas, debes potencializar tus energías y aprovechar positiva y activamente tus capacidades.
Olvídate de incertidumbres pesimistas. Reconoce que son más los bienes de que disfrutas, que los males que te afligen. Despierta en ti la capacidad de asombro ante las bellezas de los milagros cotidianos y los logros de la naturaleza humana. Regocíjate con los talentos que Dios te concedió. Programa tu satisfacción permanente. En lugar de dramatizar tus frustraciones, aprovecha tus grandes dones para superarte y salir avante.
Acércate a las personas a tu alrededor con un rostro que refl eje tu paz interna. Habla siempre con palabras adecuadas, sin apresuramientos, sin gritos, con respeto por la individualidad de cada persona. Si tienes que regañar o reclamar, hazlo con voz calmada y sin ofender, así lograrás que te escuchen y te atiendan. Recibirás de las demás personas... exactamente lo mismo que les ofrezcas.

lunes, 21 de junio de 2010

VIOLENCIA INTRAFAMILIAR (7)

LEY DE VIOLENCIA INTRAFAMILIAR Y PROTECCION A LOS AGREDIDOS. (Ultima parte)

Es importante recordar que en la actualidad existe una ley de violencia intrafamiliar que permite al juez dictar, una vez que se haya hecho la denuncia, unas medidas de protección o "medidas precautorias", que consisten en determinar el alejamiento físico del agresor del hogar común (por un tiempo que el juez determine), cuando existe peligro de daño físico o psicológico, también se puede autorizar al afectado para abandonar el hogar común y hacer que se le entreguen inmediatamente sus pertenencias, fijar la tuición de los niños, así como establecer una pensión alimenticia y un régimen de visitas provisorias.
Además está la posibilidad legal de pedir terapia para el agresor, como una de las condiciones para llegar a algún acuerdo entre las dos partes.
La denuncia por violencia intrafamiliar o conyugal puede ser presentada en cualquier comisaría, o en los juzgados civiles, sin necesidad de un abogado. Si la persona agredida tiene lesiones graves la denuncia irá directamente a los juzgados del crimen y la denuncia queda estampada cuando el carabinero de la posta u hospital interroga al agredido y éste señala que se trata de violencia intrafamiliar. Pueden hacer denuncias de violencia intrafamiliar otras personas que conozcan directamente los casos de violencia, y que no se vean directamente afectados.

Existen muchos hogares que viven violencia conyugal, sin embargo no se puede brindar el apoyo necesario a todos ya que no hacen la denuncia correspondiente o no buscan apoyo en instituciones especializadas. Es muy importante que los que conozcan a familias que requieran apoyo para cambiar esta situación se acerquen y los orienten a pedir ayuda o a hacer la denuncia. Si alguien que lee esta cartilla sufre maltrato y ve reflejado su sufrimiento y sus dudas, es muy importante que recurra a alguno de los centros de violencia de las comunas, o al consultorio, o a la asistente social de la municipalidad, y fundamentalmente a los Centros familiares de La Fundación de La Familia donde la orientarán adecuadamente, sin riesgos para usted o su familia.

En Chile, una vez a la semana muere una mujer por culpa de la violencia de pareja.

martes, 15 de junio de 2010

PERDON Y RECONCILIACION


Leyendo uno de los articulos que escribe mi buen amigo Julio Vidal, en su blog, me encontré con los temas del perdón, y más que eso, como aprender a perdonar. Dice en unas de sus partes: Aprender a perdonar, es una tarea permanente. Es gracia y desición que debemos cultivar para no caer en la tentación AUTOSUFICIENTE e INTRANSIGENTE de los fariseos. El triunfo del perdon y del amor, es un don que Cristo nos comunica sobre todo en y por la iglesia, de modo particular en el sacramento de la reconciliación. También resalta parte de la oración más linda que hemos escuchado, donde dice, perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden......

Solo les pido a los que tienen algo que decir referente a este tema, lo hagan con humildad, todos nos equivocamos más de alguna vez, pero si nos arrepentimos de verdad, es fácil entender a los demás.
Espero que no sea tema como fue el himno para algunos....Los quiero mucho Edo.

Esa imagen cien por ciento humildad.....

lunes, 14 de junio de 2010

VIOLENCIA INTRAFAMILIAR (6)

EFECTOS EN LA PAREJA Y EN LA FAMILIA

Ambos integrantes de la pareja se ven envueltos en la relación violenta y sienten que no hay posibilidades de salir de la situación o cambiarla más definitivamente. La relación de amor que al principio permitía aceptar las situaciones violentas para no perder al otro, comienza a ser reemplazada por temor y rabia. Así los dos viven un verdadero infierno de desconfianza, rabia con el otro (por una sensación de desamor o injusticia), temor de perder al otro, junto con una sensación de rechazo y dudas sobre su amor. Esto confunde y hace que por lo general los agredidos se sientan culpable de provocar a los agresores y los agresores también lo pasan muy mal y se sienten culpables, pero no lo admiten frente al otro.
Por lo general tanto los que maltratan como los maltratados sufren problemas de angustia, tensión, pena, rabia y desesperación, teniendo a veces síntomas físicos que muestran lo mal que se sienten psicológicamente por vivir en una relación de pareja violenta. Existe en ellos, la mayor parte de las veces, una especie de sensación de "ni contigo, ni sin ti" que quiere decir que no se puede imaginar una vida sin el otro, pero la vida actual con la pareja los hace muy infelices.

Por otra parte el resto de la familia también vive las consecuencias de la violencia al interior de la pareja. Además de la tensión, el dolor de ver a sus seres queridos hacerse daño, y el tener que muchas veces tomar partido por uno o por otro, son las cosas que más afectan a los niños u otras personas que conforman la familia.
Los niños que viven en hogares violentos tienen dificultades para relacionarse con otros niños y hacer amigos, tienden a bajar su rendimiento o a tener problemas de conducta, suelen ser agresivos y a demostrar su rabia (que a diario viven en sus hogares) en todas partes.
Lamentablemente los niños que se ven expuestos a modelos de padres que resuelven los problemas con la fuerza y la violencia, tienden a hacer lo mismo en la escuela, con los amigos, y aprenden que éste es un modo útil de lograr que los demás hagan lo que ellos quieren. Por otra parte los que no aceptan la agresión por que no les gusta o por que no va con su modo de ser, aprenden el temor y aceptar las agresiones de los otros como una forma de sobrevivir a los conflictos.
La violencia conyugal tiene además un efecto de repetición en las generaciones siguientes. De hecho el 95% de los agresores y agredidos provienen de hogares en que los padres vivían una relación de violencia intrafamiliar. Por eso es muy probable que los niños que crezcan siendo observadores de violencia en la pareja vivan cuando adultos violencia en su pareja y familia.

CONFLICTOS DE LEALTADES, HIJOS - ESPOSOS, Y OTRAS CONSECUENCIAS DE LA VIOLENCIA EN LA RELACION FAMILIAR

Además de las consecuencias a nivel individual, la violencia intrafamiliar tiene consecuencias en la relación y funcionamiento de la familia.
Es muy típico ver a los hijos de las parejas que viven violencia entre ellos, tomar partido por uno o por otro de los padres, formando verdaderos bandos en la familia. Además el ser partidario de uno u otro de los integrantes de la pareja, tiene como efecto sentir culpa por no poder demostrarle al otro que igual se lo quiere. Incluso hay niños y jóvenes que terminan aislándose y alejándose de ambos para no ser desleal con ninguno. estos niños tienden a deprimirse y a tener problemas en la escuela, se ponen distraídos y solitarios.
A veces el que es agredido logra tener a todos los hijos de su parte y el agresor es visto como el malvado de la película. En estos casos los hijos pasan a ser verdaderos confidentes y esposos substitutos para el agredido. Ello genera mucha rabia en el agresor que se ve desplazado de su lugar y reemplazado en parte por este hijo o hija. Esto tiende a acentuar los conflictos al interior de la pareja, a aumentar los celos, la rabia y hacer más graves los episodios violentos. Cuando los hijos son jóvenes o adultos pueden jugar un rol de árbitros o evitar las agresiones físicas amenazando con agredir ellos al maltratador. Sin embargo esto no siempre resulta conveniente ya que el agresor puede ser aún más destructivo con el otro en ausencia del hijo mediador.
Estas alianzas con hijos más grandes también complican al agredido ya que el hijo aliado lo presiona a definir la situación, que tanto cuesta enfrentar (sea esta solución la separación o un apoyo de especialistas). A veces esto pone a la familia frente a más angustia, pero a veces puede ser una buena excusa para pedir ayuda para resolverla como familia. Además un hijo que ha sido aliado de la víctima de violencia no quiere volver a un rol de simple hijo, ya que siente que él ya es adulto, y ha visto las debilidades de sus padres. Cuesta mucho poder re - ordenar a las familias y lograr que los hijos vuelvan a ocupar su lugar de hijos, aún cuando ya se haya resuelto el problema de la violencia conyugal.
Es importante destacar que a veces un hijo con problemas puede ser una puerta abierta para pedir ayuda y salir de una relación violenta.

¿QUE HACER FRENTE A LA VIOLENCIA CONYUGAL?

La violencia conyugal puede ser enfrentada de muy diversas maneras. Lo primero es reconocer que se vive una relación violenta y asumir las responsabilidades de agredir o dejarse agredir por el otro.
La mayor parte de las veces el hacer la denuncia por violencia intrafamiliar es determinante en el inicio de un proceso de solución. Por que la violencia no se resuelve de la noche a la mañana es un proceso que puede durar años, y que a veces parte bien y se viven recaídas.
Una de las cosas que permite que la situación se defina más fácilmente es poder pedir apoyo profesional (social, psicológico y/o legal) para ambos, como terapias de apoyo para cada uno por separado o terapia de pareja cuando la relación no lleva mucho tiempo siendo violenta, y la agresión no ha sido muy destructiva. La terapia de pareja puede ser muy útil en casos de violencia cruzada o de agresiones mutuas. En cambio la terapia individual es más recomendable cuando uno es el agredido y el otro el agresor. Los centros especializados en violencia intrafamiliar, trabajan con grupos de personas agredidas enseñándoles a manejar sus capacidades y a enfrentar este problema, a través de grupos de autoayuda.

sábado, 5 de junio de 2010

VIOLENCIA INTRAFAMILIAR (5)

VIOLENCIA CONYUGAL O VIOLENCIA EN LA PAREJA

La violencia intrafamiliar tiene varios tipos de violencia más específica que se pueden clasificar de acuerdo a las personas de la familia que la viven más directamente.
La violencia conyugal como lo dice su nombre, se refiere al maltrato que ocurre entre los integrantes de la pareja. Aunque por definición la violencia conyugal implica que los que viven el problema de violencia, son los integrantes de la pareja, este tipo de maltrato afecta a toda la familia. Como se señaló los niños o jóvenes, u otros adultos que viven en la casa, que son espectadores de la violencia entre la pareja son también maltratados. Estos sufren daños psicológicos por estar constantemente asustados y expuestos a la tensión, y a la espera de un nuevo episodio de violencia al interior de la pareja, cualquiera sea el tipo de las agresiones (psicológica, física, sexual o económica).
Se debe señalar además que la violencia conyugal produce un quiebre en la vida de la pareja ya que altera la definición por la cual la pareja y familia viven juntas, que es la de cuidarse y respetarse mutuamente. Ello tiende a provocar una sensación de inseguridad tremenda en los integrantes de la pareja y de la familia.
En nuestro país una de cada cuatro mujeres vive maltrato de algún tipo por parte de su pareja(SERNAM, 1996). El maltrato hacia el hombre es mucho menos frecuente, y es difícil detectarlo por factores culturales: los hombres no se atreven a denunciar que son agredidos por una mujer, sea física, psicológica o sexualmente. El maltrato más frecuente hacia el hombre es de tipo psicológico. En cuanto a este aspecto se puede mencionar que dentro del 62% de los hogares que viven violencia intrafamiliar, el 25% de los casos corresponden a violencia cruzada (ambos se agreden) y aproximadamente el 2% de los casos a violencia hacia los hombres, el resto (63%) corresponde a violencia hacia la mujer.

CICLO DE LA VIOLENCIA

La violencia al interior de la pareja se mantiene por que existe un proceso muy especial llamado ciclo de la violencia, que involucra a ambos y los hace pensar que todo puede cambiar de la noche a la mañana, aunque esto no tiende a ocurrir así.
Cuando una pareja vive violencia se pude decir que hay períodos de calma en la relación. Estos períodos pueden durar meses o días, pero lentamente comienzan los desacuerdos, las peleas, la tensión entre ambos, en que cualquier cosa es mal interpretada por el otro. Poco a poco las peleas y roces aumentan de volumen hasta que la tensión es tan insoportable que surge el episodio violento y se producen las grandes agresiones.

Después de ésto viene una calma, como después de la tormenta, pero la tensión y el enojo siguen. Y a continuación viene la "Luna de miel" en que el agresor (o los agresores) pide disculpas al agredido y promete realmente de corazón no volver a agredir de ese modo e intentar cambiar. El agredido, que generalmente ama al otro quiere creer en todas las promesas de cambio y así se vuelven a reconciliar pasando por un tiempo de pololeo y regaloneo, muy rico para los dos. En este período se llevan mejor, pero lentamente se tiende a volver a relacionarse como están acostumbrados, y comienzan nuevamente los roces, las peleas y la tensión vuelve a aumentar, para llegar nuevamente a un episodio violento y otra luna de miel, y así nuevamente.
Este ciclo de la violencia es lo que mantiene a ambos integrantes de la pareja en la relación, esperando que los espacios de "luna de miel" lleguen luego. Pero lamentablemente a través del tiempo las reconciliaciones tienden a durar menos tiempo y a desaparecer, cuando la relación violenta lleva muchos años. además con el paso del tiempo los episodios de maltrato y violencia tienden a agravarse y hacerse más fuertes y peligrosos

miércoles, 2 de junio de 2010

VIOLENCIA INTRAFAMILIAR (4)

VIOLENCIA CALLEJERA

La mayor parte de los niños maltratados tienden a rebelarse y a ponerse rebeldes a medida que crecen, y muchos buscan apoyo en grupos de amigos: pandillas, barras bravas o se escapan de su dolor a través del consumo de drogas y alcohol. Ellos descargan su rabia(hacia sus padres)con la sociedad, siendo destructivos y "vándalos" frente a cualquier evento público.
Estos son los típicos jóvenes que aparecen en las noticias como los autores de los "desmanes" en los estadios, o los que destruyen la propiedad pública en las manifestaciones de cualquier tipo. Son estos jóvenes que no están "ni ahí" con nada y que llenan su vida siendo agresivos frente a los adultos u otras personas que ellos identifican como parecidos a los padres (profesores, autoridades).
Un niño maltratado tiene altas probabilidades de llegar a ser un adolescente difícil, sea un joven rebelde o una adolescente embarazada. El embarazarse tempranamente puede ser visto alternativa para salir de la casa de los padres o a veces una forma de demostrar la rabia hacia los padres mostrándole su fracaso como tales. El suicidio adolescente puede ser una de las consecuencias más graves de un maltrato sostenido en el tiempo. El suicidio es un acto de rabia, y es la forma más violenta que tiene un hijo para expresarla. Es un mensaje a los padres "..miren el enorme daño que me han hecho..".
Todas estas terribles consecuencias pueden ser evitadas si se enfrenta tempranamente la dificultad que tienen los padres para manejar a los hijos o para manejar sus conflictos de pareja o personales. Ello sin lugar a dudas cambiará la relación con los hijos y los padres podrán cuidar y criar mejor a sus pequeños, que tanto los necesitan.

LEY SOBRE MALTRATO DE MENORES

En 1994 junto con la ley de violencia intrafamiliar se publicó una ley sobre el maltrato a los niños y jóvenes. la idea de la ley es proteger a los menores de edad de los daños que pueden provocarle los adultos, sean estos familiares o no.
Es difícil que un niño haga una denuncia por esto es necesario que las personas que se enteren que se maltrata a una niño, hagan la denuncia a carabineros (comisaría de asuntos familiares, o se lo avisen a los profesores, médicos, asistentes sociales u otras personas que puedan investigar y hacer la denuncia frente al abuso.
La ley plantea que los agresores asistan a programas de terapia o de orientación familiar y las sanciones son las mismas que en la ley de violencia intrafamiliar (pueden ir desde la cárcel hasta programas de servicio a la comunidad).
Esta ley dice que si algún juez del crimen (que son los encargados de dictar las sentencias en los casos de agresiones más severas) se entera de un maltrato a un niño, se debe informar al juez de menores que le corresponda (que depende del apellido de la familia).Este juez deberá definir medidas de protección, como alejar al maltratador o sacar al niño de la casa por un tiempo, y pueden llegar a quitarle la tuición a padres que pongan en riesgo la vida de un niño.