
El Viernes 9 de Octubre a las 20.00 Hrs. emprendimos un viaje, que nos llevaría a conocer en profundidad el campamento Las Peñas, 32 viejos de verde, de los cuales, la gran mayoría habían vivido la experiencia, muy pocos ibamos por primera vez, llegamos alrededor de las 00.30 Hrs. y como se suponía, empezamos a trabajar inmediatamente, para tener arreglado el salon, para el día Sábado temprano, todo esto, con la sinfonía de una gran lluvia que empezaba a estremecer los techos de los salones, y por ende, las carpas de todos nuestros amigos, que optaron ese sistema para dormir, creo que no durmieron muy tranquilo, incluso hubieron damnificados, que debieron recurrir a algunos salones, que los protegiera.
Pienso que esa lluvia al final fue para mejor, nos sentimos mucho mas unidos, bromeabamos en referencia al agua, y sin querer compartíamos unos con otros, de diferentes temas. Nos retiramos a dormir cerca de las 03.30 Hrs. un poco cansados pero felices de empezar a vivir, algo nuevo; La noche parece que no paso por nuestro dormitorio, pues apenas cerramos los ojos, el despertador de uno de los nuestros, (no quiero decir el nombre), tocó a las 06.30 Hrs. por lo cual, todos arriba a las duchas, y a vestirse para empezar definitivamente la jornada. A pesar que la lluvia nos atrasó algunos programas, al final todo se hizo como estaba pauteado. Hermosos talleres, excelentes la forma de poder compartir, muy buena la organización, siempre la coordinación nacional la vi que estaba preocupada, siempre dispuestos, ya se me estaba borrando la imagen que me habían contado, de años anteriores; El compartir constantemente con personas de nuestro equipo, (Valpo.) que normalmente uno los saluda, pero nunca se detiene a conversar, me llenó de alegría, pues pude conocerlos como realmente son y espero que ellos también hayan podido hacer lo mismo, conocerme en profundidad. El Domingo en la noche, hubo excesos, pero no de los que me contaron antes de ir, si no excesos de amor, de compañerismo, de amistad, de confraternidad, simplemente nos dijimos en un compartir extraordinario, lo que nosotros sentíamos, al estar ahí, y puedo decir con todo orgullo, que las lagrimas me corrían, igual que a un niño, siento que la imagen, de años anteriores, no se pudo dar, porque este grupo de viejos verdes de este año, fueron con una nueva disposición, la de ir a un retiro y vivirlo a concho; Gracias amigos, por su compartir, Gracias por la amistad que me bridaron, gracias por cuidarme, gracias por invitarme a un compartir, que no vivía desde hace muchos años; Prefiero quedarme con la imagen de este campamento, y no escuchar, que pasó años anteriores. Que Dios los proteja a cada uno de ustedes y sus familias.....Edo.