miércoles, 15 de febrero de 2012

LA OVEJA PERDIDA

Cuando Jesús dijo la parábola de las 99 ovejas guardadas en el establo y la única perdida, nos enseñó que el pastor sale presuroso a buscar a la única perdida. Así actua el Señor con nosotros. Y nosotros ¿qué hacemos por la oveja perdida? Respuesta: poco o nada. Nuestra pastoral está dedicada a las pocas ovejas del rebaño, (10% va a misa los Domingos). Somos en su mayoría una iglesia poco misionera, centrada en nosotros mismos. Una señora le decía al párroco: vengo a la iglesia católica cuando necesito algo material, pero cuando necesito sentir a Dios, cantar, alabar al Señor, voy con los hermanos evangélicos.
Un pastor evangélico dijo: ustedes los sacerdotes predican sobre documentos, cartas, teologías, planificaciones, etc, nosotros predicamos con el corazón la palabra de Dios, la Biblia misma. Estos dos hechos de vida nos cuestionan.
Es cómodo ser creyentes a medias. Antiguamente se decía ser católico a mi manera.
Poca formación y los escandalos sacerdotales son un golpe fuerte. Nuestras homilías o cursos o catequesis no tocan el corazón de nuestros hermanos. Los malos ejemplos y delitos de sacerdotes pedófilos es un cuestionamiento profundo de la fe y de la iglesia. Todo lo que predicamos se ve contradicho por los actos.

Los que estamos en la iglesia con nuestra predicación y vida presentamos una iglesia incoherente con lo proclamado. Predicamos solidaridad y estamos buscando el dinero y llevando una vida muy cómoda, muy amigo de los más ricos. Predicamos reconciliación y tenemos divisiones internas por caracteres, prejuicios, opciones pastorales. Predicamos oración, abandono en el Señor y andamos estresados mal genio e irritables. Predicamos amor y tolerancia y nuestra vida está centrada en mi yo narcisista.

En el momento del dolor, enfermedad o muerte de seres queridos, se sienten tramitados y no acompañados o abandonados. A los que más sufren los atendemos a la rápida. No hay cercanía humana y cristiana.
Los sacramentos y otros pasan a ser eventos religiosos que no dejan huella profunda en las personas. ¿Que hacer para atraerlos de nuevo?

Sintesis de la columna de la revista Stella Maris, del P. Ramón Tapia.

viernes, 10 de febrero de 2012

NO HAY QUE LLORAR POR UN FRACASO

FRACASO NO SIGNIFICA QUE ESTAMOS DERROTADOS, SIGNIFICA QUE HEMOS PERDIDO SOLO UNA BATALLA.
NO SIGNIFICA FALTA DE CAPACIDAD; SIGNIFICA QUE DEBEMOS HACER LAS COSAS DE MANERA DIFERENTE.
NO SIGNIFICA QUE HEMOS PERDIDO NUESTRA VIDA; SIGNIFICA QUE TENEMOS BUENAS RAZONES PARA EMPEZAR DE NUEVO.
NO SIGNIFICA QUE DEBEMOS ECHARNOS ATRAS; SIGNIFICA QUE DEBEMOS LUCHAR CON MAYOR AHINCO.
NO SIGNIFICA QUE JAMAS LOGREMOS NUESTRA META; SIGNIFICA QUE TARDAREMOS UN POCO MAS EN ALCANZARLAS.
FRACASO NO SIGNIFICA QUE DIOS NOS HA ABANDONADO; SIGNIFICA QUE DIOS TIENE UNA IDEA MEJOR.