miércoles, 31 de agosto de 2011

EL ARCOIRIS

Érase una vez en que los colores del mundo comenzaron a reñir. Todos reclamaban que ellos eran el mejor, el más importante, el más útil, y el favorito.

El Verde dijo, "Claramente yo soy el más importante. Soy el signo de vida y de esperanza. Fui escogido para el pasto, los árboles y las hojas. Sin mí, todos los animales morirían. Miren el campo y verán que yo estoy en la mayoría."

El Azul interrumpió, "Ustedes solo piensan de la tierra, pero consideren los cielos y el mar. Es el agua la que es la base de la vida y es elevada por las nubes del mar profundo. El cielo da espacio y paz y serenidad, sin mi paz Ustedes todos serían nada."

El Amarillo se rió, "Ustedes son todos tan serios. Yo traigo risa, regocijo, y calor al mundo. El sol es amarillo, la luna es amarilla, las estrellas son amarillas. Cada vez que mire un girasol el mundo entero empieza a reír. Sin mí no habría diversión."

El Naranja próximo empezó a tocar su trompeta. "Yo soy el color de la salud y la fortaleza. Puedo ser escaso, pero soy precioso porque sirvo las necesidades de la vida humana. Llevo las más importantes vitaminas. Piensen en las zanahorias, las calabazas, naranjas, mangos, y papayas. Yo no ando rondando por ahí todo el tiempo, sino cuando lleno el cielo a la salida y puesta del sol, mi belleza es tan notable que ninguno da otro pensamiento a ninguno de Ustedes."

El Rojo no podía aguantar por más tiempo, gritó, "Yo soy el regente de todos Ustedes! Soy sangre — la sangre de la vida! Soy el color de la valentía. estoy dispuesto a pelear por una causa. Traigo fuego en la sangre. Sin mí, la tierra estaría tan vacía como la luna. Soy el color de la pasión y del amor, la rosa roja, la poinsetia y la amapola."

El Púrpura se levantó a su plena altura. Era muy alto y habló con gran pompa. "Soy el color de la realeza y del poder. Los reyes, jefes, y obispos me han siempre escogido a mí, porque soy el signo de autoridad y sabiduría.La gente no me cuestiona! ellos escuchan y obedecen."

Y así los colores fueron jactándose, cada uno convencido de su propia superioridad. Su riña se puso cada vez más ruidosa. Súbitamente hubo un relámpago de luz brillante, el trueno tronó y retumbó.

La lluvia empezó a caer sin clemencia. Los colores se agacharon de miedo, acercándose los unos a los otros para confortarse. En medio del clamor, la lluvia empezó a hablar:

"Ustedes tontos colores, peleándose entre Ustedes, cada uno tratando de dominar al resto. ¿No saben que cada uno de Ustedes fue hecho con un propósito especial, único y diferente? Únanse de las manos y vengan conmigo." Haciendo como a ellos se les dijo los colores se unieron y unieron sus manos. La lluvia continuó: "desde ahora en adelante,cuando llueva, cada uno de Ustedes se estirará a través del cielo en un gran arco de color como un recordatorio de que Ustedes todos pueden vivir en paz. El Arco Iris es un signo de esperanza para el mañana."

Y así, siempre que una buena lluvia lava al mundo, y un arco iris aparece en el cielo, recordemos en apreciarnos los unos a los otros.

Cierto parecido a algunas comunidades.......

lunes, 8 de agosto de 2011

CUENTO CHINO

¿Cómo se escribió uno de los libros más importantes del mundo? En el año vigésimo tercero del reinado de Zhao, Lao Tse percibió que la guerra terminaría por destruir el lugar donde vivía. Como había pasado años meditando sobre la naturaleza de la vida, sabía que en ciertos momentos es preciso ser práctico.

Decidió, entonces, tomar la decisión más simple: mudarse.
Tomó sus pocas pertenencias, y partió en dirección a Han Keou; en la puerta de salida de la ciudad, encontró un guardia.

— ¿Adónde va tan importante sabio? —preguntó el guardia —.
— Lejos de la guerra.

— No puede irse así. Me gustaría mucho saber qué fue lo que aprendió en tantos años de meditación. Sólo lo dejaré partir si comparte conmigo lo que sabe.
Nada más que para librarse del guardia, Lao Tse escribió ahí mismo un pequeño librito, cuya única copia le entregó. Después, continuó su viaje, y nunca más se oyó hablar de él.
El texto de Lao Tse fue copiado y recopiado, atravesó siglos, atravesó milenios, y llegó hasta nuestro tiempo. Se llama Tao Te King, está publicado en portugués por varias editoriales, y es una lectura obligada. Aquí va una de sus páginas:
Aquel que conoce a los otros es un sabio,
Aquel que se conoce a sí mismo es un iluminado,
Aquel que vence a los otros es fuerte,
Aquel que se vence a sí mismo es poderoso,
Aquel que conoce la alegría es rico,
Aquel que conserva su camino tiene voluntad.

Sé humil de, y permanecerás íntegro,
Inclínate, y permanecerás erguido,
Vacíate, y permanecerás repleto,
Gástate, y permanecerás nuevo.

El sabio no se exhibe, y por eso brilla,
No se hace notar, y por eso es notado,
No se elogia, y por eso tiene mérito,
Y porque no está compitiendo, nadie en el mundo
puede competir con él.

viernes, 5 de agosto de 2011

EL AUTO

Una vez había joven muchacho que estaba a punto de graduarse en sus estudios. Hacia muchos meses admiraba un hermoso auto deportivo en una agencia de autos.

Sabiendo que su padre podría comprárselo le dijo que ese auto era todo lo que quería, así, como se acercaba el día de graduación, el joven esperaba por ver alguna señal de que su padre hubiese comprado el auto. Finalmente en la mañana del día de graduación su padre le llamó para que fuera a su habitación. Le dijo lo orgulloso que se sentía de tener un hijo tan bueno y lo mucho que lo amaba. El padre tenía en sus manos una hermosa caja de regalo. Curioso y algo decepcionado el joven abrió la caja y encontró una hermosa Biblia de cubiertas de piel y con su nombre escrito con letras de oro.

Enojado le gritó a su padre diciendo: — ¿Con todo el dinero que tienes y lo que me das es esta Biblia?

Salió de la casa y no regreso más. Pasaron muchos años y el joven se convirtió un exitoso hombre de negocios. Tenía una hermosa casa y una bonita familia, pero cuando supo que su padre, que ya era anciano, estaba muy enfermo pensó visitarlo. No lo había vuelto a ver desde el día de su graduación. Antes de que pudiera partir para verlo recibió un telegrama donde decía que su padre había muerto, y le había heredado todas sus posesiones por lo cual necesitaba urgentemente ir a la casa de su padre para arreglar todos los trámites de inmediato.
Cuando llegó una tristeza y arrepentimiento lleno su corazón. Pronto empezó a ver todos los documentos importantes que su padre tenía y encontró la Biblia que en aquella ocasión su padre le había dado.

Con lágrimas la abrió y empezó a hojear sus páginas. Su padre cuidadosamente había subrayado un verso en Mateo 7:11: "Y si vosotros siendo malos, sabéis dar buenas guías a vuestros hijos, cuanto más nuestro Padre dará a sus hijos aquello que le pidan." Mientras leía esas palabras unas llaves de auto cayeron de la Biblia. Tenía una tarjeta de la agencia de autos donde había visto ese auto deportivo que había deseado tanto. En la tarjeta estaba la fecha del día de su graduación y las palabras: "TOTALMENTE PAGADO"

¿Cuantas veces hemos rechazado o perdido la oportunidad de disfrutar o vivir algo porque no viene envuelto en paquetes hermosos como nosotros esperamos?